DERECHOS HUMANOS

Día de los Derechos Humanos: ¿Cuál es el panorama de México en este asunto?

En el marco del Día de los Derechos Humanos, México se encuentra en una paradoja entre su vasto marco legal en favor de ellos, mientras atraviesa una crisis por su violación

NACIONAL

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Día de los Derechos Humanos.Créditos: El Heraldo de México.

Desde 1948, el 10 de diciembre se conmemora en todo el mundo el Día de Derechos Humanos para reafirmar su importancia. Esta fecha fue elegida para recordar cuando la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento base del reconocimiento y protección internacional de los mismos. ¿Pero cómo está México en materia derechos humanos? Este es el panorama.

A nivel internacional, México ha sido un entusiasta promotor. Ha ratificado los nueve principales tratados del sistema universal de derechos humanos y la mayoría de sus protocolos facultativos, por lo que se ha comprometido a cumplir con sus disposiciones. También, participó activamente en la Agenda 2030 y es por quinta ocasión, miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el período 2021-2023. En el marco interamericano, México ratificó 11 de los 12 tratados de derechos humanos, incluido el Pacto de San José, y aceptó la jurisdicción obligatoria de la Corte Interamericana de Derechos Humanos desde 1998.

A nivel nacional, también ha tenido avances significativos con la reforma en materia de derechos humanos del 2011, el reconocimiento del principio pro persona, el bloque de constitucionalidad, la promulgación de numerosas leyes a nivel federal y estatal. De igual forma, desde 2012, México innovó con la creación del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas por las agresiones a causa de su labor.

Desafortunadamente, todas estas leyes y acuerdos internacionales no reflejan el sufrimiento que se vive día a día en nuestro país. Ésta es nuestra paradoja: si bien México está a la vanguardia en el reconocimiento y la creación de leyes de derechos humanos, al mismo tiempo, está inmerso en una grave crisis de ellos, incluso reconocida por el gobierno.

Estos son algunos datos que demuestran la crisis generalizada de derechos humanos en México:

  • Tan solo de enero a junio de 2020 hubo 489 feminicidios, lo que representa 9.2 y 13.2 por ciento más que en el mismo periodo de 2019 y 2018 respectivamente.
  • México se encuentra entre los diez países con más alta impunidad según el Índice Global de Impunidad 2020.
  • México es el primer lugar de abuso sexual infantil con 5.4 millones de niños y niñas al año, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
  • Al menos 75 mil 186 personas desaparecidas y no localizadas hasta el 11 de septiembre de 2020.
  • Sentencias contra personal militar por violaciones tumultuosas de mujeres indígenas y por uso excesivo de la fuerza.
  • Informes nada favorecedores de los Relatores Especiales de la ONU en cuanto a ejecuciones extrajudiciales y tortura, entre otros.

Esto, sin mencionar el impacto que ha generado la actual pandemia que ha agravado y evidenciado la precaria situación de los grupos vulnerables, como las víctimas de violencia intrafamiliar, personas en condición de calle, niños y niñas, trabajadores de la salud o de los servicios esenciales.

Evidentemente nos urgen soluciones para poner fin a dicha incongruencia y acortar la distancia entre el papel y la realidad. Si bien ésta es una tarea de lo más compleja e involucra una multiplicidad de causas y factores, definitivamente un buen paso sería abrir más espacios de educación y capacitación en derechos humanos que “traduzcan” la terminología jurídica a un lenguaje sencillo y fácil de comprender. Así, se fomentaría que la población general se sensibilice, conozca sus derechos y entienda la importancia que estos conllevan. Es un factor indispensable para generar cambios estructurales definitivos, empoderando a las personas para defender sus derechos y promoviendo, a su vez, el respeto a los derechos de los demás. El conocimiento, sí es poder.

Por: Michelle Tejadilla Orozco, Maestra en Derecho Internacional de los Derechos Humanos @michtejadillao