El lago más grande de México está contaminado no solo por las descargas industriales y clandestinas que se vierten a lo largo de la Cuenca del Lerma-Santiago, también por los pesticidas de plantaciones agrícolas que tras el temporal de lluvias terminan en el vaso lacustre.
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) trabaja en acuerdos con alcaldes ribereños para que puedan intervenir en territorio federal, y que en coordinación, todos los niveles de gobierno hagan un esfuerzo más allá de trienios y sexenios para garantizar la limpieza y calidad del agua, explica el director general del Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico, Ing. Óscar Gutiérrez Santana, en entrevista con El Heraldo de México.
“La intención es buscar que todas las poblaciones cuenten con sus plantas de tratamiento e ir avanzando con el saneamiento de esta importante cuenca. También se está trabajando con los alcaldes ribereños de la Cuenca del Lago de Chapala. Se busca establecer un convenio para la custodia de la zona federal donde las autoridades locales, los ayuntamientos puedan participar junto con CONAGUA en la vigilancia y protección de este cuerpo de agua, para evitar invasiones y que sean tiraderos de basura y de escombro, relleno del propio lago, que nos permita dar una mejor imagen y calidad en el entorno ambiental y la calidad del agua”.
Cabe recordar que el Lago de Chapala ocupa una superficie de 114 mil hectáreas. La Cuenca abarca cinco estados y 158 municipios, drena 55 mil kilómetros cuadrados. Se pretende que todos los alcaldes involucrados entren al acuerdo para un monitoreo periódico del vaso lacustre y que se vaya ampliando a la Cuenca del Río Lerma-Santiago.
Gutiérrez Santana detalló seis retos que tienen ya identificados para la limpieza de la Cuenca:
“En 359 puntos que se tienen establecidos dentro de la Red de Calidad de Agua. En nuestra cuenca y en el Lago de Chapala tenemos identificados seis retos principales: Primero, la necesidad de fortalecer una mayor cultura sobre el cuidado de la cuenca, todo lo que arrojemos en la cuenca finalmente con las lluvias hace un lavado de toda la cuenca y termina en el Lago de Chapala, tenemos que reconocer eso, cuidar la cuenca y reconocer que necesitamos un ecosistema sano que nos permita transmitir el mensaje de no tirar basura, ni residuos que sean peligrosos para nuestra cuenca”.
Como segundo punto sería el impulsar y lograr concertación de acciones para el uso de las aguas residuales, detalló el funcionario.
“No solamente hacer más plantas de tratamiento de aguas residuales sino también asegurar la operatividad, debido a que se presenta normalmente en los cambios de administración municipal, es la parte más crítica para las plantas de tratamiento porque llegan a dejar de operar y entran en obsolescencia. Hay que destinar los recursos necesarios para el mantenimiento y la conservación para la continuidad y sustentabilidad de las plantas de tratamiento de aguas residuales que dependen de los organismos operadores municipales, que en su presupuesto anual este considerado este concepto como ineludible”.
También se contempla que los alcaldes ayuden en la custodia y conservación de las zonas federales para que sean los primeros resguardantes de la belleza natural y la Ribera del Lago de Chapala. Se trabajará en fortalecer los mecanismos de la denuncia ciudadana, mejorar la medición de la calidad del agua por tramos detectando geográficamente los elementos nocivos y dónde pudieran estar los principales orígenes de la contaminación.
“Lograr la vigilancia y el control de la utilización de agroquímicos, que sean biodegradables, poco tóxicos que permitan el manejo de estos elementos. El uso de agroquímicos no permitidos se lavan (con las lluvias) y finalmente van a dar a corrientes principales y por último al lago de Chapala es muy importante que se cuide este punto”.
La CONAGUA reconoce como problema principal la contaminación, ya que la capacidad de autodepuración de la Cuenca ha sido rebasada, pero la situación aún puede revertirse, confía Gutiérrez.
“Me parece que estamos a tiempo de hacerlo. Este tema principalmente es abordado por el consejo de la Cuenca Lerma Chapala, que fue instalado el 13 de abril de 1989 y desde entonces ha tenido como objetivos principales: la preservación de la calidad del agua y el saneamiento, la ordenación y regulación del uso del agua, el uso eficiente del agua y el manejo y conservación de la Cuenca y todas sus corrientes”.
El Acuerdo de Distribución Equitativa del Agua entre las cinco entidades es uno de los grandes logros del Consejo y es vital que se siga respetando, apuntó el funcionario federal. En un diagnóstico de hace 2 años se identificó la necesidad de inversión de 8 mil 500 millones de pesos para poder atender las principales necesidades de la Cuenca.
“Este año nos toca la integración del Programa Hídrico Regional que debe estar alineado con el Programa Hídrico Nacional, su intención es integrar todas las necesidades de los diferentes sectores e incorporando aspectos como las comunidades indígenas y comunidades relegadas en general para que puedan formar parte de este Consejo de Cuenca y sus necesidades en torno al agua”.
Antes del mes del junio del 2021 se estima tener finalizado el estudio sobre el abastecimiento del agua, el derecho humano al vital líquido, el saneamiento de las aguas residuales, las obras necesarias para la protección contra inundaciones y la medición del ciclo hidrológico.
“Actualmente, sobre el mejoramiento de la calidad de agua, tenemos algunas inversiones realizadas por los Gobiernos de los Estados y otros de manera conjunta entre entidades y Federación. En este año, para el caso particular de Jalisco se tienen tres plantas de tratamiento en construcción, una en Ixtlahuacán de los Membrillos en la comunidad Capilla del Refugio, otra en San Miguel de la Paz en el municipio de Jamay, y otra más, en la localidad de Cuitzeo en el municipio de Poncitlán, estas tres plantas de tratamiento representan una inversión este año de 43.7 millones de pesos, la participación federal es de 18.6 millones de pesos, es decir 42%”.