“A nuestra gente, a nuestros muertos, a quienes perdieron la vida por COVID”, este es el mensaje que honra y recuerda a las víctimas de la pandemia mundial. El altar en este Día de Muertos se instaló en el patio central de la Presidencia Municipal de San Pedro Tlaquepaque, Jalisco.
Son tres coloridos niveles del altar adornado con las fotos de los seres queridos que perdieron la batalla contra el virus, siguiendo con la tradición mexicana. Cabe recordar que estos niveles representan el cielo, la tierra y el purgatorio.
En la parte más elevada del altar se pone una fotografía de los difuntos, honrando de esta manera a las personas que han fallecido. Con calaveritas de azúcar se recuerdan los nombres de los médicos que murieron al contagiarse mientras atendían a los enfermos, a los policías que apoyaron a los ciudadanos que portaban el virus.
Te podría interesar
El agua refleja la fuerza y las veladoras la fe y esperanza que guían a los difuntos entre los dos mundos.
No pueden faltar las flores de cempasúchil por su olor y color dirigen el alma a su hogar; la luz es representada por las cenizas o pétalos de cempasúchil, el pan significa la fraternidad.
En el municipio de San Pedro Tlaquepaque el 1 y 2 de noviembre permanecen cerrados los nueve cementerios para evitar aglomeraciones y cortar la cadena de contagios del virus.
Los servicios funerarios sí se mantienen con normalidad, pero con el botón de emergencia encendido en la entidad, solo pueden participar no más de 10 personas en el grupo para despedir a la persona fallecida.