La Secretaría de Salud propuso reducir a una tercera parte los hospitales seleccionados para atender casos de COVID-19 en México, con el fin de aprovechar mejor la proporción de camas hospitalarias que en la actualidad están desocupadas.
Además se mantendrán 58 unidades temporales que se habían creado en meses previos para ampliar la atención de los contagios.
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En conferencia, Ruy López Ridaura explicó anoche detalles del plan de concentración de capacidades para la atención de coronavirus, que está pendiente del aval de los 32 estados.
Como parte de la estrategia, Salud propuso a los estados bajar de 970 a 332 los hospitales que en la actualidad están designados para hospitalización por COVID.
Las unidades preseleccionadas contarán con 17 mil 163 camas de hospitalización general, lo que implica una reducción de 51 por ciento respecto a las 35 mil 196 que hay en la actualidad.
Las camas con ventilador bajarían de 15 mil 3 a 6 mil 619, es decir 55 por ciento menos.
Pese a los indicios de un repunte de la epidemia, López Ridaura, titular del Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades (Cenaprece) aclaró que el ajuste se debe a que a nivel nacional hay un porcentaje de ocupación bajo de las camas destinadas a pacientes sospechosos de COVID o con un cuadro de infección respiratoria aguda grave (IRAG).
Las 332 unidades corresponden a una preselección con base en indicadores del gobierno federal sobre egresos por mejoría y por defunciones.
Además se tomó en cuenta que tienen el personal calificado así como capacidad de camas de hospitalización general y con ventilador.
Dicha propuesta se presentó ante el pleno del Consejo Nacional de Salud la semana pasada.
"Estamos concentrando las capacidades en las mejores unidades hospitalarias y se reforzarán aún más", añadió el funcionario.
López Ridaura precisó que como parte de la estrategia, los hospitales que no sean seleccionados para este plan de concentración, de todos modos conservarán sus filtros o triages de detección de enfermedades respiratorias.
"Sin evidencia clara de brote en Senado"
Luego de los casos positivos y la muerte de un senador por COVID-19, el director general de epidemiología José Luis Alomía aseguró que no hay evidencia clara de que hubiera ocurrido un brote a partir de la sesión del martes pasado en la sede alterna de la casona de Xicoténcatl, que es un inmueble más pequeño.
Alomía explicó que varias pruebas realizadas por el Senado en la semana son pruebas rápidas, por lo tanto dijo que requiere más elementos para saber si hay un brote en esta cámara.
Mencionó que la prueba rápida sirve para conocer si una persona estuvo infectada en los últimos dos a tres meses.
Sin embargo esto no es suficiente para saber si el contagio fue reciente, por ejemplo en los últimos 10 días y por ello, si se asocia a otros contagios recientes en la Cámara de Senadores.
Por Gerardo Suárez