Una Romería inédita se vive este 12 de octubre en la segunda peregrinación más grande de México, la llevada de la Virgen de la Catedral de Guadalajara a la Basílica de Zapopan. Por primera vez no hay multitud de feligresía, ni danzantes, ni pajareros. La pandemia mundial de COVID-19 obligó a seguir la fiesta religiosa desde casa para evitar mayores riesgos de contagios.
Las autoridades municipales bloquearon las calles de ingreso a la Basílica para que no se den las aglomeraciones de fieles. En el primer cuadro de Zapopan participan 1,400 elementos policiacos para mantener el orden.
Durante la homilía en la Misa de Bienvenida a la Basílica el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega enfatizó que México está amenazado por el virus pero también por las divisiones, se han acentuado las diferencias hasta considerar a su prójimo como enemigo.
“Nuestro país corre el riesgo de la división, del enfrentamiento y del encono entre las distintas formas de entender la vida, la economía y la sociedad. En vez de sumar y construir desde las diferencias un país justo, solidario y en paz.
Debemos hacer un profundo examen de conciencia personal y socialmente para llegar a asumir nuestras responsabilidades en los grandes males que nos aquejan y que están produciendo división, violencia, muerte y desolación. Ciertamente la pandemia de Coronavirus no ha generado esta crisis que vivimos, solo la ha puesto en evidencia frente a nuestra conciencia y la ha agravado”.
Las amenazas sociales que vive el país son consecuencia de la mala e injustas decisiones de todos. La violencia, el crimen, los robos son una muestra de que la humanidad ha caído en lo más bajo, pues ya ni siquiera le da valor a la vida, lamentó el prelado tapatío.
“Como sociedad estamos padeciendo las consecuencias de una injusta relación entre nosotros, pues nos hemos acostumbrado a vernos desde el precio económico y no desde la dignidad humana. Hemos caído en lo más bajo cuando ya no se respeta a la persona humana, ni se respetan sus legítimos derechos cuando se le pone precio a la vida”.
Desde 1965 la Virgen de Zapopan es conocida también como La Patrona contra las epidemias e inundaciones. Hoy recibe múltiples plegarias para que termine la pandemia mundial de COVID-19.
“La virgen de Zapopan nos ha acompañado en la historia regional como Generala y Reina. En medio de esta situación tan difícil que estamos viviendo por motivo de la pandemia y sus desastrosas consecuencias sociales y familiares en todos los ámbitos de la vida. Humanamente no hay forma de encontrar una salida ante la realidad tan difícil y oscura, pero confiar plenamente en que la fuerza de Dios cambiará la situación”.
Esta peregrinación fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad. Cabe mencionar que Fray Antonio de Segovia trajó de Michoacán en el año de 1530, la imagen de la virgen que está hecha de caña de maíz. Tradicionalmente este 12 de Octubre arriban a la Basílica de Zapopan más de dos millones y medio de peregrinos provenientes de Jalisco, México y distintas partes del mundo, pero en esta edición por la pandemia por primera vez en siglos la celebración se hace sin peregrinos.