Laken Riley salió de su casa alrededor de las 9:03 horas para acudir a correr, sonó la alarma de teléfono celular y se dispuso a comenzar su día al realizar ejercicio. Tras colocarse sus leggins y chamarra color negro con sus zapatillas blancas, salió de su hogar en Atlanta, Estados Unidos; sin embargo sería la última vez que lo haría ya que en menos de media hora, fue encontrada sin vida.
Una de las compañeras de cuarto de Laken comenzó a preocuparse por ella al ver que no regresaba a casa, ya que era conocida por ser siempre puntual y ser organizada, pero en esa ocasión había faltado a sus costumbres. La enfermera y roomie de Laken la llamó por teléfono.
Al no recibir respuesta, la enfermera revisó la ubicación del teléfono inteligente de su compañera de casa. Al abrir la aplicación, se dio cuenta que las iniciales LR de su compañera no se habían movido desde que Laken salió de casa. El último sitio donde dejó de moverse fue en el camino cercano a la Universidad de Georgia.
Laken visitaba a menudo el sendero para acudir a correr, y ese lugar fue el último que registraba actividad en su celular. La compañera de cuarto de la mujer llamó a la policía quien comenzó con las labores de búsqueda para localizar a la joven de 22 años de edad perdida.
El presunto homicida de Laken Riley ya enfrenta juicio
Uno de los uniformados que rastreaba en la zona cercana a la Universidad, de pronto vio el cuerpo de una persona que estaba parcialmente desnudo. Al inspeccionar se dio cuenta que era Laken. Un hombre identificado como José Ibarra de 26 años fue arrestado como principal sospechoso.
La autopsia reveló que Riley murió por consecuencia de recibir varios golpes fatales en la cabeza con una roca, para después ser asfixiada en un intento del homicida de querer abusar de ella. Nueve meses después del hallazgo del cuerpo de Riley, quien era estudiante de la Universidad de Augusta, este fin de semana siguió el juicio contra Ibarra.
La defensa del acusado afirmó que cualquier otra prueba en contra de su cliente es “circunstancial” confiando en su inocencia; sin embargo, trascendió que su huella dactilar se encontró en el celular de Laken cuando pudo llamar al 911, pero fue detenida por su homicida, hipótesis que es sostenida por la actividad del reloj inteligente de la joven de 22 años.
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