Nuevos enfrentamientos estallaron ayer en Francia en las protestas contra la reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron, cuyo gobierno invitó a los sindicatos a una reunión la próxima semana, tras rechazar un pedido de "mediación".
La participación reunió a 740 mil personas, según las autoridades, y a "más de dos millones", según el sindicato CGT, en la décima jornada de protestas desde enero. Los sindicatos llamaron de nuevo a manifestarse el 6 de abril.
"Por el honor de los trabajadores y por un mundo mejor, incluso si Macron no quiere, ¡aquí estamos!", cantaron decenas de estudiantes en París, en uno de los bloqueos de liceos y universidades que se propagan por Francia.
Los jóvenes habían estado desde enero en un segundo plano de las protestas contra la impopular reforma de las pensiones de Macron, pero su creciente presencia en las últimas semanas preocupa a las autoridades.
Las centrales sindicales son la punta de lanza de la movilización contra el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030, pero la decisión el 16 de marzo de Macron de aplicarla por decreto radicalizó las protestas.
Mientras tanto, los trabajadores de la recolección de basura en París decidieron poner fin mañana a tres semanas de huelga, que dejaron miles de toneladas de basura acumuladas en las calles, pero con el objetivo de regresar a la lucha "con más fuerza", según la CGT.
AFP y AP
LSN
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