El Papa Francisco canceló una audiencia y optó por no ofrecer un par de discursos el jueves debido a un fuerte resfriado, dijo el Vaticano. El pontífice argentino, de 86 años, se reunió con jóvenes monjes y sacerdotes ortodoxos y con miembros de la Sociedad Max Planck, una organización alemana de investigación que celebra su 75to aniversario este año. Pero debido al “fuerte resfriado” que padece, Francisco únicamente hizo repartir copias impresas de sus palabras y no las leyó en alto, explicó el Vaticano en un comunicado.
Más tarde, canceló una audiencia con miembros de una asociación italiana de jóvenes cristianos, indicó la Santa Sede en su boletín diario.
Francisco tosió repetidamente en la víspera durante la misa del Miércoles de Ceniza que presidió en una basílica en Roma, y no participó en la tradicional procesión que da comienzo a la Cuaresma.
En esta misma época en 2020, coincidiendo con el inicio de la pandemia del coronavirus en Italia, sufrió un proceso gripal fuerte que le obligó a cancelar varias audiencias oficiales así como su participación en el retiro espiritual del Vaticano. La convocatoria de este año se canceló en favor de ejercicios espirituales personales, según indicó la Santa Sede.
En su juventud, se le extirpó parte de un pulmón por una infección respiratoria y en 2021 le sacaron un trozo de colon por una inflamación intestinal. Desde el año pasado utiliza silla de ruedas y bastón debido a un problema en los ligamentos de la rodilla y una pequeña fractura en la articulación que le complican tanto caminar como pararse.
El Papa pide abandonar la “dictadura” de lo superficial
El Papa Francisco inició el período de sacrificio y reflexión de la Cuaresma católica con un llamado en el Miércoles de Ceniza a abandonar lo que calificó de la “dictadura” de las agendas pesadas y necesidades superficiales.
Debido a dolor de rodilla, Francisco no participó en la tradicional procesión de Miércoles de Ceniza entre dos iglesias del Monte Aventino en Roma. En lugar de ello, ofició una misa en la tarde en la Basílica de Santa Sabina, donde los fieles se reunieron para el ritual católico de recibir las cenizas como símbolo de la mortalidad humana.
La Cuaresma católica es un período que puede incluir ayuno, plegarias y obras de caridad como preparación para la Semana Santa, que este año es el 9 de abril. Durante la ceremonia, Francisco fue untado con cenizas en la frente mientras un coro entonaba himnos.
La Cuaresma es momento para “dejar a un lado la pretensión de autosuficiencia y de ser el centro de las cosas, de ser el mejor de nuestra clase, de pensar que con nuestras propias habilidades podemos triunfar en la vida y transformar el mundo a nuestro alrededor”, declaró el pontífice en su homilía.
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