En una serie de eventos que parecen sacados de un guión cinematográfico, la ciudad de Bellevue, Washington, se convirtió en el escenario de un suceso trágico. Ting Ye, una joven de 26 años, protagonizó un accidente mortal que puso fin a la vida de su pasajero y luego huyó a China para no ser detenida. Todo ocurrió la madrugada del 30 de septiembre, pero los detalles recién fueron publicados por las autoridades.
Según los reportes, Ting Ye perdió el control de su Porsche 911 en la calle 108th Ave NE y la SR 520. Las cámaras de tráfico capturaron la espeluznante escena: el deportivo blanco, desplazándose a una velocidad de 160 km/h, se elevó y se estrelló con violencia. Yabao Liu, de 27 años, quien acompañaba a Ye, perdió la vida en el siniestro. La naturaleza de su relación permanece envuelta en misterio. Ambos son de nacionalidad china.
¿Cómo logró huir a China la mujer que provocó el accidente vial?
Según la policía, la atmósfera del lugar estaba impregnada de un penetrante aroma a alcohol, un detalle que insinuaba la presencia de bebidas espirituosas en la fatídica noche. Las sospechas de las autoridades no tardaron en señalar la posible influencia del alcohol en la conducción de Ye. Sin embargo, no hay pruebas de que haya sido así porque se dio a la fuga.
Con heridas leves, Ye fue tratada en el Centro Médico Harborview y, antes de que fuera detenida, cruzó la frontera hacia Canadá, dirigiéndose apresuradamente a su país natal. Esta acción tuvo lugar a escasos días de que se presentara formalmente una acusación de homicidio vehicular contra ella en el condado de King, acompañada de una orden de arresto.
¿Será posible detener a la mujer que provocó el accidente y escapó a China?
La ausencia de un tratado de extradición entre los Estados Unidos y China ofrece un manto de incertidumbre sobre el caso. Este vacío legal ha convertido a Ye en una fugitiva fuera del alcance inmediato de las autoridades estadounidenses, lo cual ha escalado el caso a la esfera del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Según medios locales, Gary Locke, ex embajador estadounidense en China, insinuó un futuro incierto para Ye. Cualquier viaje a naciones aliadas de Estados Unidos podría resultar en su captura y extradición. Interpol, con su extensa red, podría convertirse en el instrumento de este giro del destino. En tanto, la comunidad local está indignada por el lento actuar de las autoridades y que no se pueda hacer algo para detener a la mujer.
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