Irán sentenció a un trabajador humanitario belga a 40 años de cárcel y 74 azotes, tras hallarlo culpable de espionaje en un juicio a puerta cerrada.
El sitio web del sistema judicial reportó que un tribunal sentenció a Olivier Vandecasteele, de 41 años, a 12 años y medio de cárcel por espionaje, 12 años y medio por colaborar con gobiernos hostiles y 12 años y medio por lavado de dinero. Además, fue multado con el equivalente a un millón de dólares y sentenciado a dos años y medio por contrabando de divisas.
No queda claro si las acusaciones se relacionan con las multitudinarias protestas que han azotado al país desde hace cuatro meses, que las autoridades iraníes atribuyen a potencias extranjeras.
A lo largo de los años, Irán ha detenido a varios extranjeros o personas con doble nacionalidad, con frecuencia sentenciándolos en juicios secretos en que, según grupos de DDHH, se les niega a los enjuiciados el derecho a un proceso debido.
Por otra parte, el gobierno iraní dictó una nueva sentencia a muerte en relación a las protestas que iniciaron, tras el deceso de la joven Mahsa Amini.
Javad Rouhi fue condenado a la pena capital por el cargo de "corrupción en la tierra", informó la agencia del poder judicial Mizan Online.
Mientras, el grupo armado libanés Hezbolá condenó unas caricaturas publicadas hace poco por la revista satírica francesa Charlie Hebdo que se burlaban de los clérigos que gobiernan Irán, e instó a Francia a sancionar la publicación.
MAAZ