Una menor de edad que había sufrido violación acudió a un tribunal, al sur de Brasil, con el objetivo de que le permitieran abortar, sin embargo, como respuesta recibió una petición: que esperara embarazada otras 2 o 3 semanas para que le permitiera al feto crecer y así éste pudiera nacer.
El caso ha cimbrado a la sociedad brasileña, país que mantiene estrictas restricciones al aborto, luego que se difundiera un video en donde se ve a la menor sentada en la sala del tribunal en el sur de Brasil bajo un crucifijo. En la grabación se puede observar cómo tanto la jueza como un fiscal tratan de convencer a la menor de continuar su embarazo.
Se trata de la jueza Joana Ribeiro Zimmer quien ante la solicitud realizada por la niña se cuestionó: "¿Podría la niña soportar estar embarazada? ¿un poco más de tiempo?"; una vez que las súplicas de la menor se escucharon, el fiscal presente en la sala intervino: "¿Consideraría la niña la adopción “en lugar de dejarlo morir? Porque ya es un bebé, un niño, en lugar de dejarlo morir en agonía?”, preguntó.
Jueza ordena que separen a la menor de su familia
El video de la audiencia de la menor, en donde se pidió que la niña fuera separada de su familia, fue filtrado el pasado mes de junio por "Intercept Brasil" y ha generado un terremoto mediático en este país latinoamericano, en donde el aborto es legal sólo en casos de violación, incesto o anormalidad fetal severa.
El caso de la menor de 10 años ocurrió en el estado de Santa Catarina, ubicado al sur de Brasil, y se dio a conocer luego que la niña descubriera en mayo pasado que tenía 22 semanas de embarazo y dos días. Fue entonces cuando decidió acudir en búsqueda de ayuda para poder abortar en un hospital de Florianópolis, la capital del estado.
Hay que destacar que si bien la ley federal garantiza a las víctimas de violación el derecho al procedimiento en cualquier etapa del embarazo, el Ministerio de Salud de Brasil recomienda que todos los abortos se realicen antes de las 22 semanas. Motivo por el cual el hospital se negó a realizar este procedimiento sin una previa autorización judicial.
Jueza presionó a la menor para que accediera a tener el bebé
La audiencia, que fue grabada por un tercero, se desarrolló en Tijucas, en las afueras de Florianópolis, en mayo pasado y aunque hasta el momento no se ha identificado a la menor ni la ciudad de la que provenía, ha generado conmoción y polémica en Brasil una vez que la grabación fue difundida.
En ella se ve a la jueza preguntar a la menor si estaría dispuesta a quedarse embarazada “dos o tres semanas más” para permitir al feto crecer. Además le cuestionó: “En cuanto al pequeño bebé, ¿entiende que si interrumpimos el embarazo, el bebé nace y tenemos que esperar a que el bebé muera?”.
Para enseguida continuar preguntando: "¿Puedes entender esto? ¿Que es una crueldad inmensa? ¿Que el bebé nacerá y llorará hasta que muera?", en todo momento de la audiencia la niña reiteró que no quería continuar con el embarazo y dar a luz al bebé. Ribeiro Zimmer preguntó también a la menor si podía sentir las patadas del bebé y si su violador estaría de acuerdo en darlo en adopción.
Finalmente la niña accedió a la solicitud de la jueza de esperar “unas pocas semanas más” para aumentar las posibilidades de supervivencia del feto fuera del útero, esto con el objetivo de concretar una posible adopción. En el fallo Ribeiro Zimmer equiparó el aborto a un homicidio, por lo que ordenó a la niña ir a un albergue para evitar que “la madre realice cualquier procedimiento que conduzca a la muerte del bebé”.
Caso dividió a la sociedad brasileña
Tras ser separada de su familia durante 40 días, y una vez que se dio a conocer el video de la audiencia, las autoridades estatales informaron que habían sacado a la niña de su casa mientras los fiscales investigaban si fue violada por un miembro de la familia. El caso dividió a la sociedad e incluso el propio presidente Jair Bolsonaro se pronunció al respecto.
“El bebé tiene SIETE MESES de gestación, independientemente de cómo haya sido concebido o esté o no protegido por la ley”, tuiteó el mandatario. Finalmente, la oficina del fiscal público de Brasil ordenó al hospital que realizara el procedimiento, y el pasado 23 de junio, la niña, que ahora cuenta con 11 años, tuvo un aborto.
Tras el escándalo público, la oficina del fiscal público de Brasil “lamentó la triste ocurrencia” de la audiencia y aseguró que estaba investigando la conducta del hospital y del juez. Mientras que la Corte Suprema pidió al ministerio de salud hacer una revisión acerca de la recomendación sobre cuándo se deben realizar los abortos, la cual establece que todos los abortos son ilegales. Por su parte, la jueza Ribeiro Zimmer fue ascendida a otro puesto y ya no sigue en este caso.
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