Vladimir Putin es un patriota ruso, un hombre con una misión, pero también con una visión paranoica de las cosas, la meta de reconstruir la Rusia Zarista y, en lo inmediato, absorber un trozo de Ucrania y dejar al resto destruido.
Habla Steven Lee Myers, excorresponsal de The New York Times en Moscú y autor el libro El Nuevo Zar; ascenso y dominio de Vladimir Putin, una de las más detalladas biografías del hombre que ha sido, por más de 20 años, el factor político primordial en Rusia y lo será al menos hasta 2036.
Putin es un gobernante autoritario, producto de la educación soviética. "Creo que ahora se considera un ruso, étnicamente ruso, pero un líder de la nueva Rusia, por así decirlo”, dijo Myers en entrevista con El Heraldo de México.
"Y mucha gente, creo, piensa eso y ha argumentado que está tratando de recrear la Unión Soviética en algún aspecto. Pero creo que está retrocediendo más en la historia en busca de inspiración, y realmente está buscando recrear el imperio ruso como lo fue bajo los zares".
En opinión de Myers, Putin ve a Rusia como una gran potencia, centro de su propia civilización, y que a su vez se considera protectora de valores conservadores: "la Nueva Jerusalén, en función de la forma en que las Iglesias ortodoxas se han considerado".
Eso, dijo, es visible igualmente en la noción de que Ucrania sea una creación rusa. Al mismo tiempo, Putin es un producto de la educación soviética y en ese sentido es un defensor de la seguridad del estado central, de su poder judicial.
"En los medios de comunicación o incluso en la calle. Me gustaría señalar que, de nuevo, estas son tácticas soviéticas de aprendizaje como oficial de la KGB. Pero hay planes anteriores a la Unión Soviética. Definitivamente una continuación”.
Por su parte, los rusos dan "realmente" la bienvenida a la estabilidad y la prosperidad que trajo Putin, y aunque la situación está lejos de ser perfecta, contrasta con la caótica situación que vivió su país en los años 90, tras la disolución de la Unión Soviética.
Ese ha sido su principal argumento electoral desde 2004, la primera vez que se presentó a la reelección, 18 años después mantiene ese argumento.
"El bienestar de los rusos mejoró durante muchos años. Y él siempre podía decir si me voy, si alguien más es elegido, si estas protestas callejeras tienen éxito en que surja un nuevo candidato, entonces volverás a la pobreza que sentías antes de que yo llegara. Ese ha sido su argumento. Y lo es ahora”.
Putin a menudo menosprecia a la Unión Soviética en estos días, aunque fue parte de "los pioneros" –versión soviética de los boy scouts– y parte de la KGB, un organismo de seguridad y espionaje.
Su dominio actual del gobierno ruso plantea una duda. "Tiene 69 años. Y en algún momento dejará la escena. Y entonces, ¿qué pasará?".
El periodista aseguró que Putin "definitivamente es un hombre con una misión. Pero hay un elemento de paranoia que lo impulsa. Y algo de eso quiero decir, podrías llamarlo sospecha y cautela".
Una parte importante de su propuesta es lo que él ve en el gobierno de EU, que considera como una amenaza existencial para Rusia. "Ve la mano estadounidense detrás de cada protesta que ha ocurrido en el antiguo espacio soviético".
Putin presentó la invasión de Ucrania "como una guerra con la OTAN y Estados Unidos. Pero no estaban en guerra con Rusia. Ya sabes, es como si estuvieran luchando contra este enemigo imaginario".
Lo que es cierto es que con esa acción reanimó a la alianza militar occidental, ha hecho que Alemania reconsidere su posición sobre el gasto militar y el suministro de armas, que otros países de la OTAN se unifiquen de manera impensable.
"Incluso creó un debate en Finlandia y Suecia sobre unirse a la OTAN. En varios aspectos, inventó el conflicto con Occidente,· al combinar lo que fue la invasión de Ucrania con un conflicto más amplio".
De cualquier manera, es "una guerra de conquista para derrotar al gobierno ucraniano, que hasta ahora ha fracasado".
Myers consideró que los rusos y Putin ya han tenido éxito desde 2014, cuando lograron separar parte del territorio ucraniano y reclamarlo como propio. "Y creo que ese es el objetivo de lo que está haciendo, incluso en el llamado plan B para consolidar ganancias rusas en el territorio y dejar a Ucrania debilitada y rota", concluyó.
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