El mundo está "cada vez mejor preparado" para hacer frente a nuevas variantes de COVID-19 con las que habrá que convivir durante años, dijo ayer Ugur Sahin, director de BioNTech.
"El virus seguirá mutando y ya hay otras variantes circulando", explicó Sahin, quien añadió que "debemos aceptar el hecho de vivir así los próximos 10 años".
Actualmente, el laboratorio alemán está preparando un nuevo inmunizante, a partir del primero, adaptado contra Ómicron.
Los datos de un ensayo que se está realizando de la vacuna ajustada a la nueva variante estarán disponibles a partir de marzo, explicó.
Asimismo, precisó al diario Bild que la inyección podría empezar a suministrarse en abril o en mayo si fuera necesario, aunque varios países prevén flexibilizar las medidas impuestas contra la pandemia.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud recomendó ayer que la cuarentena puede reducirse a siete días en contactos que no muestren síntomas y hayan dado negativo a los test.
Este tiempo podría, sin embargo, elevarse a 10 días en lugares donde el acceso a pruebas es más difícil, siempre que el contacto no muestre síntomas.
Mientras, la ola de Ómicron que recorrió Estados Unidos durante el invierno reforzó sus defensas y le dio protección suficiente contra el coronavirus, de modo que oleadas futuras probablemente requerirán muchos menos trastornos —o acaso ninguno— de la vida social.
Un modelo influyente calculó que 73% de los estadounidenses son, por ahora, inmunes a Ómicron, cifra que llegaría a 80% a mediados de marzo.
DERECHA FINANCIÓ PROTESTAS
Los canadienses que interrumpieron el comercio con EU y ocuparon Ottawa, durante casi tres semanas, han sido financiados por activistas de la derecha estadounidense y políticos conservadores, que también se oponen a los mandatos de vacunación y al presidente Biden.
Se acercan las elecciones de medio mandato y algunos republicanos creen que apoyar a los manifestantes impulsará en casa la recaudación de fondos y la participación de votantes.
AFP, EFE Y AP
MAAZ