Un nuevo caso de maltrato infantil conmocionó a Estados Unidos, pues una persona llamó al número de emergencias para denunciar un aterrador descubrimiento que hizo al asomarse por su ventana: un niño pequeño estaba dentro de una jaula para perros sin nada para cubrirse de las inclemencias del tiempo, de acuerdo al testigo, el menor había pasado ahí toda la noche. La policía de Lexington, Kentucky, llegó al sitio referido y confirmó lo denunciado: el pequeño estaba encerrado como si fuera un animal peligroso.
Tras el arribo, la policía entrevistó al denunciante quien compartió su teoría: que el menor había sido castigado. De acuerdo a su apreciación, el niño fue dejado durante toda la noche en la perrera, sin ningún tipo de auxilio para protegerse de las bajas temperaturas que se registran en el lugar, salvo una ligera manta, pues incluso estaba descalzo y sin suéter. Una vez que escucharon el testimonio, los oficiales procedieron a hacer una inspección en la casa aledaña.
Los oficiales asignados para atender el reporte tuvieron que forzar la puerta del lugar para poder entrar al domicilio. Dentro encontraron a una bebé, un niño de cuatro años y una mascota -de quien presuntamente era la jaula-. El menor era quien estaba dentro de la perrera.
De inmediato, los agentes procedieron a liberar al menor y detuvieron a una mujer identificada como Shelly Barnes, familiar del niño, que vivía en la misma casa. A ella se le acusa del delito grave de abuso infantil. Debido a las condiciones en las que se encontraba, el niño fue trasladado al Hospital Infantil Brenner’s, en Winston-Salem, para practicarle las pruebas correspondientes.
Las autoridades se comunicaron con los Servicios Sociales del Condado de Davidson, quienes se hicieron cargo de los niños que vivían en la casa, con el objetivo de garantizar sus derechos.
“He estado en la aplicación de la ley durante 36 años y nunca había visto nada de esta importancia”, expresó Richie Simmons, alguacil del condado de Davidson.
Una vez que continuaron las investigaciones en torno al caso, se descubrió que otros dos menores habitaban la casa, pero no estaban en ella, al indagar más los encontraron sanos y salvos en su escuela.
Hasta el momento se desconoce si los “castigos” al menor eran recurrentes y si sufría otro tipo de abusos o maltratos. Tampoco se ha informado sobre su estado de salud.
Este caso se suma a una lista de terribles acontecimientos ocurridos en el país de las barras y las estrellas, en los que menores han sido víctimas de maltrato infantil y otro tipo de vejaciones. El más reciente ocurrió en Portland, un padre también maltrató a su hija manteniéndola amarrada y dándole toques con un collar para perros. Otro macabro caso fue el de una madre que torturaba a sus siete hijos, esposándolos y obligándolos a comer sus heces.
DMGS
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