Un momento de felicidad y juego se transformó en una tragedia que cobró la vida de Ollie Simmons-Watts, un niño de cinco años que murió atropellado por una camioneta.
Los hechos ocurrieron el 29 de septiembre en Irlanda del Norte. Tras el impacto el menor fue llevado aún con vida al hospital, pero fue declarado muerto momentos después.
La policía comenzó la investigación correspondiente para esclarecer la identidad del conductor de la camioneta, por lo que pidió a los testigos de los hechos dar su declaración.
Se informó que la colisión, que incluyó a un solo vehículo, tuvo lugar en el condado de Londonderry. La circulación en el sitio fue cerrada por algunos momentos después de la tragedia.
Tras el accidente se dio parte a los servicios de emergencia, al lugar llegaron policías y el servicio de ambulancias, tanto terrestre como aérea.
“El niño fue llevado al hospital para recibir atención médica, sin embargo, murió por la gravedad de sus heridas”, informó la sargento Amanda McIvor.
La sargento también pidió a quienes pudieran tener información, imágenes o videos del accidente reportarlos al departamento de policía, pudiéndolo hacer de manera anónima.
Autoridades de la ciudad dijeron que fue un día "negro" pues la tragedia los visitó por la muerte del pequeño Ollie.
La Academia Estadounidense de Pediatría informa que llegan a urgencias médicas más de 3.5 millones de menores de 14 años por accidentes de bicicleta. En el 50% de los casos presentan lesiones cerebrales. También alertó sobre el bajo porcentaje de uso de cascos, pues menos del 41% de menores lo utiliza, pese a las estadísticas que muestran que el hacerlo reduce el riesgo de sufrir lesiones en la cabeza en caso de accidente.
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