La crisis afgana dio un giro dramático ayer, tras un doble atentado reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI) que causó al menos 72 muertos, entre ellos 12 estadounidenses, y 140 heridos en el aeropuerto de Kabul, donde seguían las evacuaciones de extranjeros y afganos que huyen del nuevo régimen de los talibanes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció más tarde que pidió a los jefes de las Fuerzas Armadas que elaboren diferentes planes para atacar al Estado Islámico en represalia por el atentado en Kabul. Confirmó la salida de Afganistán para el 31 de agosto.
El Presidente estadounidense llamó "héroes" a los militares de EU muertos y negó tener indicios de que los talibanes se confabularan con los militantes del grupo yihadista para ejecutar el mortal ataque en Kabul.
Una tercera gran explosión sacudió Kabul en las primeras horas de hoy, pero hasta el cierre de esta edición no había ninguna fuente oficial para poder determinar su origen.
"Todavía estamos calculando las pérdidas totales", dijo el general Kenneth McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos a cargo de Afganistán, en una videoconferencia.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo que una explosión ocurrió cerca de una entrada del aeropuerto y otra a poca distancia de un hotel. McKenzie señaló que claramente algún fallo en el aeropuerto permitió al atacante suicida acercarse a la puerta.
Hombres con las ropas empapadas de sangre y mujeres sollozando intentaban salir del lugar, mientras algunos heridos eran transportados en carretillas. Un niño se aferraba al brazo de un hombre con una herida en la cabeza, según imágenes que circulaban por redes sociales.
"Cuerpos y trozos de carne fueron echados a un canal cercano" describió Milad, un testigo presencial. "Cuando la gente escuchó la explosión, el pánico fue total. Los talibanes empezaron a disparar al aire para dispersar a la gente", dijo otro testigo.
"Las primeras informaciones hablan de entre 13 y 20 muertos y 52 heridos en las explosiones en el aeropuerto de Kabul", declaró Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes que tomaron el poder en Afganistán el 14 de agosto. Recordó que el área está "bajo responsabilidad de EU".
La canciller alemana Angela Merkel denunció el atentado como "absolutamente despreciable".
"Nuestra prioridad sigue siendo evacuar a la mayor cantidad de personas a un lugar seguro lo más rápido posible", explicó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El expresidente Donald Trump, quien ha criticado el manejo de la crisis en Afganistán por parte de Biden, calificó el atentado como una "tragedia" que "nunca se debería haber permitido".
PAL