La filtración de imágenes de la Prisión de Evin en Teherán y del maltrato a los reclusos llevo este martes a las autoridades Iraníes a pedir disculpas, algo poco frecuente, y a anunciar una investigación sobre el supuesto ataque cibernético que sufrieron en sus instalaciones, específicamente, en la sala de monitoreo.
El subjefe del Poder Judicial, Mohamad Mosadeq dijo que “se está investigando la publicación de imágenes de la prisión de Evin” ya que este asunto “aún no está muy claro”, según informó la agencia semioficial Isna.
Estas reacciones se producen luego de que comenzarán a circular imágenes de la cárcel, los abusos a los presos y de los guardias de seguridad sorprendidos ante unos monitores “hackeados”.
Ciberataque
Un guardia en una sala de control en la famosa Prisión de Evin en Irán se pone de pie, perplejo, cuando, uno a uno, los monitores frente a él parpadean repentinamente y muestran algo muy diferente a las imágenes de vigilancia que había estado observando.
Mientras los monitores parpadean, otros guardias se reúnen alrededor, sosteniendo sus teléfonos móviles y filmando o haciendo llamadas urgentes, mientras que en las pantallas aparece la leyenda:
“Protesta general hasta la libertad de los presos políticos”, reza otra línea en las pantallas.
Una cuenta en línea, supuestamente de la entidad que se describe a sí misma como un grupo de piratas informáticos, llamados Justicia de Alí, compartió imágenes del incidente, así como partes de otros videos de vigilancia que se Incautaron, con la agencia AP.
Los presuntos piratas informáticos, advirtieron que la publicación de las imágenes fue un esfuerzo por mostrar la sombrías condiciones en la prisión, conocida por tener presos políticos y personas con vínculos en el extranjero que a menudo se utilizan como moneda de cambio en las negociaciones con el Occidente.
En una parte de la grabación, un hombre rompe el espejo del baño para intentar abrirse el brazo. Los prisioneros, e incluso los guardias, se golpean entre sí, en escenas captadas por cámaras de vigilancia. Los reclusos durmiendo en habitaciones individuales con literas apiladas tres contra la pared, envolviéndose en mantas para mantenerse calientes.
Este grupo, que supuestamente hace referencia con su nombre al líder supremo de Irán, Alí Jameneí, prometió “continuar con más revelaciones“ y no permitir que “el régimen de Irán continué ocultando“ estos casos de tortura.
“Queremos que el mundo escuche nuestra voz por la libertad de todos los presos políticos”, decía uno de los mensajes.
Inusual disculpa
Tras dichas filtraciones, el jefe de la organización de prisioneros de Irán, Mohamad Mehdi Haj Mohamadí, aceptó su “responsabilidad por estos comportamientos inaceptables “.
“Además de comprometerme a que no se repitan tales hechos tan amargados y a tratar seriamente con los malhechores, pido disculpas a Dios todopoderoso, nuestro querido líder y la noble nación”, escribió a través de su cuenta de Twitter.
Prisión de Evin
La prisión de Evin, situada en el oeste de Teherán, posee un área de 40 ha y algunos de sus módulos están controlados por el poder judicial, mientras que otros dependen del ministerio de inteligencia y de la inteligencia del cuerpo de los guardianes de la revolución.
Los grupos de derechos humanos denuncian con frecuencia las torturas en dicha cárcel, que albergan a numerosos de los considerados presos políticos, así como a reclusos qué poseen una doble nacionalidad. En 2018 el Departamento de Tesoro de Estados Unidos sancionó a Evin al acusar a los responsables de la cárcel de “llevar a cabo tácticas brutales que incluyen asalto sexual y físico” contra los presos.
De igual manera, este mismo año, la Unión Europea sancionó a esta cárcel y a otras dos iraníes por su vinculación con “la violación de los derechos humanos y la represión y matanza de los manifestantes “ en las protestas de 2019 contra la carestía en el país.
EFVE