En la reciente divulgación de los archivos del asesinato del expresidente John F. Kennedy, se expuso información personal de más de 200 exfuncionarios del Congreso.
Se encuentran números de Seguro Social, fechas y lugares de nacimiento, generando preocupación por posibles robos de identidad y amenazas a la seguridad de los afectados.
Según The Washington Post, se incluyó información sensible de exmiembros del Comité Church del Senado y del Comité Selecto de la Cámara baja sobre asesinatos, que investigaron abusos de inteligencia y el magnicidio de Kennedy.
Joseph diGenova, exabogado de la campaña de Trump, fue una de las víctimas de la filtración y calificó el hecho como "indignante, descuidado y poco profesional". Otros exfuncionarios han manifestado su preocupación, congelando cuentas bancarias y evaluando acciones legales contra los Archivos Nacionales.
Expertos en seguridad, como Mark Zaid y Mary Ellen Callahan, han calificado la situación como una "clara violación de la Ley de Privacidad de 1974". Además, temen que la falta de protección en estos documentos pueda comprometer información sobre agentes encubiertos y operaciones sensibles.
MAAZ