Un hombre viajó con su familia el pasado mes de febrero con el objetivo de pasar unas vacaciones en Disney World, Florida. Sin embargo, al final el único lugar al que logró entrar fue a la cárcel, al ser acusado de invadir propiedad privada.
De acuerdo con el Washington Post, Kelly Sills, de 47 años, fue detenido en el restaurante de Disney Springs llamado “The Boathouse”. Ahí, el departamento de policía de Orange County lo detuvo por haber entrado sin seguir las reglas del parque.
Según el medio, el problema fue que Sills no se realizó la prueba de temperatura corporal a la que someten a todos los visitantes del lugar. El sujeto declaró que todo fue un simple error, y no era que evitara el punto de revisión sino que, sin querer, entró por una de las puertas disponibles para la salida.
En un video publicado por la policía local, se puede ver que, al momento de su detención, el hombre se opone asegurando que él pago por sus accesos y un paquete vacacional para toda su familia.
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“Yo pagué 15,000 [dólares]. No pueden [acusarme] de invadir propiedad privada si pagué 15,000”, repite Sills una y otra vez resistiéndose al arresto.
A pesar de sus argumentos, y su defensa frente a los agentes, finalmente el padre de familia terminó pasando una noche en la cárcel del Condado de Orange.
La importancia de los filtros
Sills sostuvo ante el Washington Post que para él la pandemia de COVID-19 es un tema importante, pero también lo eran sus vacaciones. Así mismo, señaló que la forma en la que escalaron su caso a las autoridades del condado le pareció incomprensible, pues era algo que era responsabilidad del equipo de seguridad de los parques.
Sin embargo, en Florida, las autoridades han endurecido las medidas para prevenir los contagios entre los visitantes, luego de que los casos aumentaran de forma alarmante en las últimas semanas, con la llegada de los vacacionistas a las playas de Miami.
acmg