RIESGO AMBIENTAL

¿PRÁCTICA HABITUAL? Riesgo de verter mil millones de toneladas de agua radiactiva de FUKUSHIMA en el mar

El proceso iniciará en 2023 para verter más de 1.25 millones de toneladas de agua procesada que se almacenan en la central nuclear de Fukushima.

MUNDO

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fukushima.El agua radiactiva de Fukushima será vertida en el mar Créditos: Foto France 24

El gobierno japonés pretende arrojar más de 1.23 millones de toneladas de agua radiactiva de la central nuclear de Fukushima en el mar.

Sin embargo, las autoridades han asegurado que el líquido será tratado para eliminar la mayor parte de los componentes radiactivos.

El gobierno japonés argumentó que, una vez hecho el tratamiento del agua, no representará ningún riesgo para la salud humana, y señaló que es una práctica común en otras plantas.

Los especialistas aseguran que, si no se vierte esta agua radiactiva en el mar, representaría un riesgo mayor el hecho de quedarse en los depósitos.

La razón es que en caso de un terremoto o algún otro desastre natural pueden romperse los tanques y las consecuencias serán peores. Organizaciones ecologistas, pescadores y vecinos han expresado su inconformidad ante esta decisión.

Las consecuencias de verter agua radiactiva en el mar

El proceso podría iniciar en dos años y se estima que tardaría entre dos y tres décadas, aproximadamente, en completarse. Antes de ser desechada al mar, el agua radiactiva pasará por un sistema de procesamiento de líquidos que recibe el nombre de ALPS.

De esta forma se pretenden eliminar los materiales radiactivos que hay en el agua, algunos de ellos son estroncio y cesio. Otro de los componentes es el tritio, el cual no presenta riesgo para la salud del ser humano al estar presente también en la naturaleza, pues se genera en la atmósfera.

 "Las consecuencias que puede tener este vertido dependerá mucho de cómo se produzca. Si se hace paulatinamente y diluyendo propiamente, los efectos serán inapreciables", aseguró Eduardo Gallego, Ingeniero nuclear de la Universidad Politécnica de Madrid.

A pesar de las justificaciones sobre el mínimo impacto medioambiental, la decisión ha desatado reacciones de grupos ecologistas como Greenpeace y de ciudadanos que ya se han manifestado en las calles.

Consideran que la decisión “ignora por completo los derechos humanos y los intereses de las personas en Fukushima, la sociedad japonesa en su conjunto y la región de Asia y el Pacífico”.

Las autoridades japonesas aseguran que la medida de verter al mar agua radiactiva de Fukushima, se debe al tsunami que ocurrió en el país en 2011, cuando la planta nuclear resultó afectada.

chp