¿Existe una falsa falta de recursos para alimentar a todo el mundo? Un cálculo del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) y la asociación WRAP (Producción responsable mundialmente acreditada) parece indicar que sí, pues los habitantes del planeta desperdiciamos 17% de los alimentos que se producen a nivel mundial.
Estas cifras se traducen en que más de 930 millones de toneladas de comida se tiraron a la basura por restaurantes, tiendas y hogares, de acuerdo con estadísticas de 2019. Esto representa al menos 23 millones de desperdicios, cada uno con 40 toneladas de comida.
Las organizaciones detallaron que la mayor parte de los desperdicios, un 61%, se produce en los hogares, mientras que un 26% recae en los servicios alimenticios y un 13% en los minoristas. Tras estas cifras alarmantes, propusieron animar a los gobiernos, negocios y ciudadanos estar conscientes de su actividad y no seguir con este comportamiento.
Una incógnita sin resolver
Muchos países todavía no han cuantificado su desperdicio de alimentos, por lo cual no comprenden la magnitud del problema, aseguró Clementine O'Connor, del Programa para el Medioambiente de la ONU.
El problema no acaba sólo con desperdiciar los alimentos, sino que hay un costo ambiental detrás de la producción inutil, que emplea vastos terrenos para los cultivos y el mantenimiento de animales, lo cual genera emisiones de gases de efecto invernadero. Según el informe de la ONU, entre un 8% y un 10% de todas esas emisiones está relacionado con la comida no consumida.
Muchas personas padecen hambre
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y Agricultura, se estima que casi 690 millones de personas, la mayoría en países pobres, pasan hambre debido a la falta de dinero u otros recursos. La inseguridad alimentaria puede aumentar el riesgo de algunas formas de malnutrición, como el retraso en el crecimiento en los niños, las carencias de micronutrientes o la obesidad en los adultos.
msb