La crema de cacahuate podría ser la responsable de la próxima pandemia, de acuerdo a un nuevo estudio que se publicó en el journal Frontiers in Veterinary Science.
La Organización Mundial de la Salud ya había advertido que, al igual que el coronavirus, la siguiente epidemia mundial puede provenir de una enfermedad que brinca la barrera de las especies. Y una de las principales causas de esta transmisión de virus de animales a humanos es la deforestación, que hace que los animales invadan las casas en la búsqueda de un nuevo hogar.
Durante la investigación se destacó que la explotación del suelo para la producción de productos como el aceite de palma, que se usa para la producción de la crema de cacahuate, la crema de avellanas y hasta los labiales.
¿Por qué la crema de cacahuate puede causar una pandemia?
En el estudio los científicos usaron la información de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Banco Internacional y de la Red Global de Enfermedades Infecciosas y Epidemiología.
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Los datos que usaron fue la producción del aceite de palma, la cantidad de hectáreas deforestadas y los registros de enfermedades virales que hubo en cada nación. Los resultados demostraron que los países en los que más se cultivaba y comercializaba este producto, tenían más tala de árboles o zonas verdes, y también presentaban un incremento en la cantidad de casos de enfermedades contagiosas.
Algo muy importante que destacaron los investigadores es que la reforestación no es la mejor solución para este problema pues, de hecho, en los lugares donde se realiza esta práctica, suele aumentar el número de infecciones en su población.
El estudio puntualizó en que la reforestación se relacionó con brotes más fuertes especialmente en las áreas con más pastizales y menos climas tropicales, incluidos los Estados Unidos y Europa.
“La reforestación puede aumentar la pérdida de biodiversidad cuando la expansión forestal se realiza a expensas de pastizales, sabanas y bosques de dosel abierto”, señalaron.
Esto se debe a que no siempre se introducen las especies vegetales que son endémicas o necesarias para mantener el equilibrio en el ecosistema, provocando también una alteración en el hábitat de los animales.
acmg