Un equipo internacional de científicos e investigadores presentaron un estudio que revela que la Corriente del Golfo, una gran cinta transportadora de agua que se extiende por todo el Atlántico Norte, se encuentra en un abrupto proceso de desaceleración desde hace décadas, una debilidad que sería la de mayor escala en los últimos mil años, esto traería como resultado un incrementos en el número e intensidad de los fenómenos naturales.
De acuerdo con el estudio, publicado en la revista Science Advances, los investigadores recopilaron los llamados datos proxy en los cuales hallaron evidencia consistente de una desaceleración sin precedentes en la Corriente del Golfo durante las últimas décadas, y que abarca a gran parte del siglo XX. Esta gigantesca circulación oceánica es de relevancia para los patrones climáticos en Europa y los niveles regionales del mar en Estados Unidos.
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El sistema de la Corriente del Golfo funciona como una gigantesca cinta transportadora de agua superficial cálida que va desde el Ecuador de la Tierra hasta el norte del Océano Atlántico, y que envía traslada agua cálida del norte hacia el sur. Es capaz de mover casi 20 millones de metros cúbicos de agua por segundo, casi cien veces el flujo del Río Amazonas, detalla el estudio.
Una desaceleración detectada desde mediados del siglo XX
De acuerdo con los investigadores pro primera vez se obtuvo una imagen coherente de la evolución de la Corriente del Golfo en los últimos mil 600 años y los datos revelaron que este proceso se mantuvo casi sin cambios y relativamente estable hasta mediados del siglo XX; fue con la llegada del final de la pequeña edad de hielo, ocurrida en 1850, cuando las corrientes oceánicas comenzaron a declinar.
Los resultados revelaron que una desaceleración en la corriente de alrededor del 15% y se le relaciona con el calentamiento global ocasionado por la actividad humana, sin embargo hasta el momento faltaba una imagen consistente sobre su desarrollo a largo plazo y es precisamente la que han proporcionado ahora los investigadores tras el análisis de los resultados de los estudios de datos indirectos.
El nuevo estudio presentó mayor evidencia independiente para determinar esta conclusión, que las mostradas en el informe especial de 2019 sobre los océanos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el cual concluyó con una confianza media que la Circulación de Reversión Meridional del Atlántico (AMOC) se ha debilitado en relación con 1850-1900.
Para realizar las mediciones de la Corriente del Golfo directas en curso, las cuales comenzaron en 2004, los investigadores aplicaron un enfoque indirecto y utilizaron los llamados datos proxy, para de esta forma obtener más información sobre la perspectiva a largo plazo del declive de la velocidad de la Corriente del Golfo. Para ello recurrieron a los datos directos que consisten en información recopilada de archivos ambientales naturales; tales como anillos de árboles, núcleos de hielo, sedimentos oceánicos y corales.
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