Con 57 votos a favor y 43 en contra, el Senado de Estados Unidos exoneró al expresidente Donald Trump de la acusación de "incitar a la insurrección" en su segundo juicio político, que comenzó hace apenas cinco días.
En total, se necesitaba que al menos 17 republicanos apoyaran a los demócratas para obtener la mayoría y condenarlo, pero únicamente siete de ellos decidieron hacerlo. Se trata de Richard Burr, Bill Cassidy, Susan Collins, Lisa Murkowski, Mitt Romney, Ben Sasse y Pat Toomey, según CNN.
Lo que pasó en el último día del juicio
Este sábado por la mañana, el equipo de fiscales cerró su exposición de acusaciones, y se continuó con la ponencia de la defensa.
Durante las primeras horas, Jamie Raskin, fiscal principal, pidió que se abriera una votación para que los demócratas pudieran presentar algunos testigos como complemento a las pruebas.
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La moción se aceptó en una votación de 55 a favor, con 45 en contra, con lo que se creía que el juicio podría extenderse unos días más. Sin embargo, la fracción demócrata decidió de último minuto no llamar a nadie a declarar.
Raskin también señaló en su cierre que el expresidente debería ser declarado culpable, pues además de haber incitado a la violencia, no se hizo responsable de velar por la seguridad de su gabinete, incluido el vicepresidente que tuvo que ser evacuado.
“Se confirmó que Trump no estaba haciendo nada para ayudar a la gente en este cuarto y este lugar. (…) El presidente Trump deberá ser condenado por la seguridad y protección de nuestra democracia y nuestra gente”.
Foto: AP
Por otro lado, los abogados del exmandatario también tuvieron un momento para concluir sus argumentos. Durante este periodo, no solo hicieron un breve recuento de los puntos que habían remarcado anteriormente sobre cómo las pruebas no eran suficientes para determinar que había sido el magnate quien organizó el asalto al Capitolio, sino también señalaron que el juicio solo era una “farsa”.
“Este juicio político ha sido una completa farsa de principio a fin. El espectáculo completo no ha sido más que la búsqueda desquiciada de una venganza política contra el Sr. Trump por parte del partido de oposición. Los demócratas estaban obsesionados con acusar a Trump desde el comienzo de su mandato. (…) Y ahora han llevado a cabo un juicio político falso cuando él es un ciudadano privado fuera de su cargo”, señaló Michael van der Veen.
acmg