Decenas de eventos musicales y culturales se cancelaron en todo el mundo debido a la emergencia sanitaria por COVID-19. Tras meses en cuarentena, ciudadanos y gobiernos han optado por todo tipo de alternativas para reactivar la economía mientras respetan las medidas sanitarias.
Es así que la banda estadounidense de rock The Flaming Lips también ha buscado ingeniárselas para poder ofrecer shows en vivo. ¿Su solución? Colocar tanto a los músicos como al público dentro de burbujas individuales inflables.
De esta manera, Flaming Lips llevaron a cabo dos shows en Oklahoma los pasados días, los cuales contaron con 100 burbujas con capacidad de hasta tres personas cada una.
La idea provino del vocalista y líder de la banda, Wayne Coyne, quien desde hace tiempo usa una de estas cápsulas para rodar entre los asistentes. Antes de tocar, Coyne dijo que ir a sus conciertos con estas medidas era "más seguro que ir a la tienda de comestibles".
De acuerdo con la cadena de noticias BBC, cada burbuja contenía un parlante de alta frecuencia para evitar que el sonido se escuchara distorsionado, así como una botella de agua, un ventilador de pilas, una toalla y una pancarta que indicaba que la persona dentro debía ir a hacer sus necesidades básicas. Cuando el letrero era levantado, un asistente de la sala llegaba al lugar.
A través de sus redes sociales, el vocalista de The Flaming Lips compartió imágenes de lo que parecía una simulación de esta actividad. En las fotografías se aprecia la distribución de las burbujas en el escenario antes de ser infladas.
Los conciertos estaban planificados originalmente para diciembre, pero en ese momento tuvieron que ser suspendidos por el aumento de casos de coronavirus en Oklahoma.
El éxito del show hace pensar en la posibilidad de que otras bandas puedan replicar la experiencia, siempre y cuando se encuentre una sala adecuada y el público tome las medidas de precaución necesarias.