Cuando en enero de 2020 Estados Unidos reportó su primer caso de infección por la cepa SARS-CoV-2 de coronavirus, que recién había surgido un mes antes en China, la fuerza de la economía y la creación de empleos eran la carta fuerte de Donald Trump para reelegirse.
El panorama cambió con el avance de los contagios en territorio estadounidense y las primeras órdenes de confinamiento, debido a que el consumo representa 70% de la actividad económica.
Tan sólo en el segundo trimestre de 2020, la economía de EU se contrajo 32.9% anualizado. Hasta ahora, ésta se considera la peor crisis de empleos, después de la ocurrida tras la II Guerra Mundial.
Los estadounidenses reprochan al Presidente su lenta acción para combatir el virus pero, sobre todo, su desdén a una enfermedad de la que se sabía poco.
"El riesgo para los estadounidenses sigue siendo muy bajo. Cuando tienes 15 personas (contagiadas)… en un par de días va a bajar y acercarse a cero. Es muy buen trabajo el que hemos hecho", dijo el mandatario, el 26 de enero. Ahora, EU es el país más afectado por COVID-19 en todo el planeta.
Según el FMI, EU cerrará el año con una caída del PIB de 4.3% y Wall Street está cerrando con fuertes pérdidas ante el rebrote.
El electorado reclama los mensajes contradictorios del mandatario que han puesto en riesgo a la ciudadanía, como el rechazo al uso de la mascarilla, su postura contra los confinamientos, el llamado a usar inyecciones de desinfectante para evitar un contagio, y la promoción de fármacos cuya eficacia no ha sido comprobada como la hidroxicloroquina.
The Washington Post describió en un editorial, el “legado tóxico” de Trump, al degradar la verdad, empoderar teorías conspiracionistas y difundir fake news al rechazar a la ciencia en el transcurso de la pandemia por coronavirus.
De hecho, según la base de datos del Post, el mandatario ha hecho en tres años y medio de gestión, 20 mil declaraciones falsas o engañosas, mil de ellas exclusivamente sobre el coronavirus.
Tras burlarse de su oponente Joe Biden, que ha sido cauto en sus eventos y usa siempre cubrebocas, Trump superó una fugaz infección por COVID-19, y aseguró que haberse contagiado fue una “bendición de Dios”. Encuestas revelan que 60% de los estadounidenses reprueban el manejo de la pandemia por parte del Presidente.
Según el doctor Anthony Fauci, virólogo y asesor de la Casa Blanca, aunque se tenga una vacuna, es poco probable que se vuelva a la normalidad, al menos hasta finales de 2021 o 2022.
Por Alejandra Martínez
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