Los teléfonos móviles se han convertido en un aditamento indispensable en la vida cotidiana de todas las personas, sin embargo su uso conlleva riesgos de seguridad, mentales o en las relaciones interpersonales.
Sin embargo, su impacto va mucho más allá pues también pueden generar diversos problemas físicos, pues sostener un aparato electrónico rectangular durante periodos prolongados, el cual emite luz brillante que sus usuarios colocan muy cerca de sus rostros, puede tener distintas implicaciones a la salud.
Así lo revela un artículo recientemente publicado en el diario estadounidense The Washington Post, el cual enlista algunos de los efectos a la salud menos advertidos por el uso de los celulares, pero también la forma en que estos se pueden evitar.
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En las manos
De acuerdo con especialistas consultados por el diario estadounidense, es probable que sostener un teléfono inteligente o una tableta de forma incorrecta y con demasiada frecuencia pueda contribuir a problemas como artritis del pulgar, síndrome del túnel carpiano y tendinitis.
La mejor forma de sostener el teléfono celular es en una posición que resulte neutra para la muñeca; es decir, recta o apenas doblada. Además se recomienda hacer pausas para evitar su uso por periodos prolongados, asegurarte de que el teléfono no sea demasiado grande y evitar apoyar el peso del aparato en un sólo punto, como un dedo.
Sin embargo, una opción aún mejor es utilizar un soporte colocado a la altura de los ojos para utilizar el teléfono celular sin tener que sostenerlo en absoluto.
En los oídos
De acuerdo con esta publicación, el uso constante de auriculares puede provocar pérdida de audición. El Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación recomienda mantener el ruido por debajo de los 70 decibeles.
En un iPhone se puede elegir el volumen máximo en la configuración Sonidos y hápticos > Seguridad de los auriculares.
En un dispositivo Android, puedes encontrar opciones en la configuración de Sonidos y vibraciones.
En los ojos
Mirar la pantalla de un teléfono inteligente o tableta durante períodos prolongados puede causar fatiga visual. La solución es la distancia, descansos y luz solar.
Los expertos citados por The Washington Post recomiendan colocar el dispositivo al menos 30 centímetros del rostro para evitar la fatiga visual, así como tomar un descanso de mirar la pantalla cada 20 minutos y salir al exterior, pues la luz intensa del sol reduce el tamaño de las pupilas y libera la presión sobre los ojos.
En el corazón
Los teléfonos fueron diseñados para ser portátiles, pero generan sedentarismo pues nos mantienen pegados a nuestras camas o sillas.
Ante esto, recomiendan que si el móvil interfiere con la actividad física habitual se programen descansos pues los adultos deben realizar entre dos horas y media y cinco horas de actividad aeróbica moderada por semana.
Los beneficios del ejercicio regular están bien documentados, pero puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades como las cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer.
En el cerebro
Una pantalla puede provocar dolores de cabeza tensionales o migrañas en alguien que las padece, de acuerdo con el artículo.
Las razones son no moverse lo suficiente, la posición del cuello, sensibilidad a la luz y disminución en la frecuencia con la que parpadea, lo que seca los ojos.
La solución es usar el dispositivo con moderación y tomar descansos periódicos. También reducir el brillo o evitar mirar una pantalla brillante en una habitación oscura. También se recomienda no usar pantallas en la cama y al menos una hora antes de irse a dormir.