Si sufres de episodios constantes de ansiedad, lo mejor es que visites a un especialista para que puedas obtener ayuda y atención necesarias; sin embargo, existen técnicas complementarias para la ansiedad o el estrés que podrían ayudarte en el día a día a mantener el cuerpo concentrado, sano y la mente limpia.
Algunas de estas técnicas pueden ser ejercicios de respiración, por ejemplo; técnicas de distracción, técnicas de relajación, autoinstrucciones (mensajes dirigidos a ti mismo para afrontar el miedo), mantener una imaginación positiva, y actividades como el ejercicio, escuchar música, ver películas, estudiar, tejer, y un largo, muy largo etcétera.
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¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una emoción de las personas donde se sientes amenazadas o en peligro por algún factor externo o interno que en diversas ocasiones es difícil de describir o elaborar. Puede ser causa, entre otras cosas, por un evento estresante, y puede ser transitoria o durar por varios días, incluso meses.
Esta emoción puede pasar a ser un trastorno de ansiedad generalizada, mismo que necesita ser diagnosticado por un profesional, antes de que puedas acceder a un tratamiento que pueden ser psicoterapia, e incluso medicamentos, y dependerá completamente de los estudios que te sean realizados.
5 movimientos que te darán felicidad ante episodios de ansiedad
1. Mueve los brazos y el tronco de un lago a otro, la cabeza y los pies completamente rígido. Gracias a este movimiento podrás calmar el sistema nervioso, mejorar el sueño e incluso activar la circulación de energía en el cuerpo.
2. Realiza sentadillas con la espalda recta y los pies separados a la altura de los hombros, con las palmas de las manos juntas a la altura de tu cuello y baja hasta que los codos toquen las rodillas. Esta posición regula el intestino y mejora el metabolismo, mantiene la movilidad de tobillos, cadera y rodillas.
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3. Estira los brazos a los costados y échalos para atrás, luego los vas a juntar al frente y harás una sentadilla con la espalda recta y los pies a la altura de los hombros. Este movimiento podrás energizar tu cuerpo y se oxigenará. También mejorarás la circulación, además de que vas a prevenir lesiones de rodillas y piernas.
4. Levanta los brazos y mantenlos estirados en el aire; únicamente deberás estar parado sobre las puntas de tus pies. No olvides respirar profundo y luego sacar el aire. Esta posición fortalece las defensas y baja la presión arterial. También desintoxica el cuerpo.
5. Realiza pequeños saltos con las puntas de los pies mientras mueves las manos y los brazos con movimientos suaves. Con este movimiento activas el metabolismo, libera tensión y nerviosismo. También ayudarás a que la sangre regrese al corazón, lo que mejorará tu circulación.