El pan de muerto es un ícono de las celebraciones de Día de Muertos en México. Famoso por su consistencia suave, su forma que remite a un cráneo y huesos, así como por su sabor a mantequilla y naranja, se trata del poste otoñal por excelencia para los mexicanos.
Sin embargo, a pesar de ser una delicia tradicional, su consumo debe ser moderado debido a su contenido de grasas saturadas y azúcares, por lo que existen grupos poblacionales que deberán evitar consumirlo, de acuerdo con un documento del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
A pesar de ser una fuente de energía rápida gracias a sus hidratos de carbono, el pan de muerto no es recomendado para personas con ciertas condiciones de salud como diabetes, obesidad o enfermedades cardíacas. Su alto contenido de colesterol también lo hace menos adecuado para quienes sufren de dislipidemias.
¿Por qué el pan de muerto puede ser peligroso
Por su alto contenido calórico, ya que una sola pieza de Pan de muerto puede aportar una cantidad considerable de calorías, lo que puede contribuir al aumento de peso y a la obesidad si se consume en exceso.
La presencia de grasas saturadas en el Pan de muerto eleva los niveles de colesterol "malo" en la sangre, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Asimismo, el alto contenido de azúcares simples puede provocar picos de glucosa en sangre, lo que es especialmente perjudicial para personas con diabetes.
Por si esto fuera poco, el pan de muerto, al estar elaborado con harina de trigo, contiene gluten, por lo que no es apto para personas con celiaquía o sensibilidad al gluten.
¿Quiénes deben evitar el pan de muerto?
- Personas con diabetes: El alto contenido de azúcares puede descompensar los niveles de glucosa en sangre.
- Personas con obesidad: Las calorías adicionales pueden dificultar la pérdida de peso.
- Personas con enfermedades cardiovasculares: Las grasas saturadas pueden agravar los problemas del corazón.
- Personas con dislipidemia: El alto contenido de colesterol puede empeorar los niveles de lípidos en sangre.
- Personas con celiaquía o sensibilidad al gluten: El gluten puede provocar reacciones alérgicas o inflamatorias.
- En menores de 7 meses de edad.
- Pacientes con enfermedad de Crohn.
- Personas que viven con SIDA y reportan diarreas.
Recomendaciones
Si decides disfrutar del pan de muerto, hazlo con moderación y como parte de una dieta equilibrada. Existen opciones de Pan de muerto elaboradas con ingredientes más saludables, como harinas integrales y sustitutos de grasas.
Consulta a un profesional de la salud: Si tienes alguna duda sobre el consumo de pan de muerto, consulta a tu médico o nutriólogo.
E pan de muerto es un alimento delicioso y tradicional, pero su consumo debe ser responsable y consciente. Conocer los riesgos asociados a su consumo es fundamental para tomar decisiones informadas y cuidar nuestra salud.
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