No caben dudas de que la nevera es uno de los mejores inventos para llevar adelante una alimentación sana y cuidada en el hogar. Si bien es un electrodoméstico que sirve a los fines de refrigerar comidas, también se utiliza para conservar medicamentos o productos de belleza.
Es por eso que el orden y la limpieza en este artefacto, resulta esencial para conservar las propiedades de todo lo que allí depositemos. No solo en este sentido es importante una correcta refrigeración, sino también por el riesgo de que todo lo guardado se impregne con olores desagradables y se altere su sabor.
El error que debes evitar para siempre
Ya sea por la prisa, la falta de tiempo o el hecho de estar haciendo varias tareas a la vez, a veces cometemos el error de guardar ollas con comida en la nevera, con tapa o sin ella. Y es justo en este punto donde reside la equivocación que atenta contra la salud.
Al guardar ollas con comida en el refrigerador, se alteran las condiciones de conservación de estos alimentos y los otros que están depositados en el artefacto. El entorno húmedo propio del aparato, sumado a la acción del aluminio de los utensilios de cocina, hacen que el proceso de oxidación se acelere.
Esto quiere decir que las propiedades nutricionales de los alimentos se ven afectadas, al igual que su correcta conservación. Lo mismo sucede con utensilios de acero. Lo ideal siempre es vaciar el contenido de las ollas y depositar la comida en un recipiente de vidrio o de plástico (apto para la nevera), con su respectiva tapa. Cabe mencionar que para prevenir el crecimiento de bacterias y la descomposición, debemos asegurarnos de que los recipientes sean herméticos.