Comer es una de las necesidades básicas de todo ser humano, por ello es importante no saltarse ningún alimento a lo largo del día. La ingesta de los nutrientes, proteínas, minerales y vitaminas necesarias nos permitirá gozar de una sensación de bienestar, si sufrimos la carencia de algunos de estos nos podemos sentir mal, cansados, con dolores de cabeza, entre otros problemas de salud como la gastritis.
Algunas personas confunden el comer menos o evitar ciertos alimentos como una especie de dieta, cuando en realidad hay que comer de todo un poco y con moderación. Con las proporciones adecuadas, es decir, más verduras y menos pasta, equilibraremos nuestro plato de comida. Podemos tomar refresco de dieta, agua mineral o de cola cada cierto tiempo, pero no diario o como forma de hidratación.
También podemos disciplinar nuestro organismo y nuestro paladar, si nos gustan las frituras quizás es mejor optar por opciones saludables como palomitas naturales, alguna semilla o grano enchilado, incluso hamburguesas de lentejas en lugar de carne hechas en freidora de aire para reducir la ingesta de grasa.
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Sin embargo, la hora en la que comemos también influye en mantener un peso saludable y sentirnos llenos, si nos saltamos el desayuno nos vamos a sentir mal el resto del día o no vamos a llenar el vacío del estomago a lo largo de nuestra rutina diaria. Si no comemos, en la cena cargaremos más nuestro organismo, además no tener tiempo nos orilla a elegir comidas rápidas u opciones menos saludables como alimentos instantáneos o preparados.
La hora ideal para comer, según la ciencia
De acuerdo con un estudio publicado por la revista Science, sí existe una relación en la hora en la que comemos y cómo impacta en nuestra salud, sobre todo en la longevidad de nuestro cuerpo. El encargado de esta investigación es Joseph Takahashi, quien afirma que el reloj biológico se ve influenciado por nuestros horarios alimenticios.
Si quieres alargar tu vida, lo ideal es comer en la misma hora y no malpasarte con frecuencia, pues seguir una rutina nos ayuda a regular nuestro metabolismo, además, nuestro reloj biológico también nos puede ayudar a ingerir las mismas calorías de manera controlada. Por ejemplo, el estudio reveló que un ratón, animal activo durante las noches, comió solo este horario y alargo su longevidad hasta un 30 por ciento más.
Aunque el estudio no reveló avances para los humanos, hay un acercamiento para descubrir la hora ideal para comer, según nuestra rutina y cuando estamos más activos. Eso sí, hay otro estudios que indican que la mejor hora para comer es entre la 1 y 4 de la tarde.