Las brochas de pintura son las herramientas más utilizadas para pintar paredes y demás objetivos. Su práctica es tan efectiva que es un elemento esencial en esta labor hogareña. Sin embargo, quedará totalmente obsoleta si nos olvidamos de lavarla después de haber pintado, ya que se pondrán dura y ya no las podremos ocupar para otras tareas en casa.
Si esto te ha sucedido en el último tiempo, todavía podrás recuperarlas y pintar nuevamente. Es que te enseñaremos un truco efectivo para resolver el problema en poco tiempo. De esta forma, tu brocha recuperará su vida útil y podrás volver a dar pinceladas por las paredes, ya que las cerdas recuperarán su flexibilidad para que trabajes cómodamente.
Es normal que las brochas de pintura sean las últimas herramientas que procedemos a limpiar, por lo que también es frecuente encontrarlas en tarros, todas duras. Pero con un truco casero tus cerdas volverán a ser las de un principio y para ello necesitaremos de vinagre y limón. Estos dos ingredientes cuentan con nobles propiedades limpiadoras, por lo que la efectividad estará asegurada. Es por ello que te diremos cómo hacerlo en tan solo 24 horas.
El primer paso consistirá en introducir dentro de un recipiente los dos ingredientes: un chorrito de jugo de limón y otro de vinagre. Luego colocaremos la brocha sobre la mezcla y dejaremos remojando los pelos dentro del recipiente durante 24 horas. Transcurrido el tiempo, notaremos cómo el pincel recupera su funcionalidad y está listo para volver a pincelar en casa.
Por último, también relacionado a las brochas de pintura, expertos afirman que no deben lavarse en el fregadero después de pintar, bajo ninguna circunstancia, más allá de que sea el de nuestra propia casa. La principal razón es que la pintura puede arruinar un sistema séptico. Incluso una pequeña cantidad de pintura puede provocar obstrucciones, contaminación, peligro de inflamabilidad y reparaciones costosas.
