Las plantas de interior transmiten naturaleza, paz y tranquilidad a cada hogar. Pero cuesta decidirse por una en específico, más todavía si no contamos con mucho espacio. Irrefutablemente, uno de los ejemplares que sí o sí deberás tener en casa es el bambú, caracterizado por la facilidad que tiene para crecer, el gran poder ornamental y la virtud para sobrevivir a múltiples condiciones.
El bambú es una planta perenne que pertenece a la familia herbácea de las poáceas. Su tamaño puede variar, pero en promedio puede crecer –como mínimo- a lo largo de un metro. Esto es solo para las plantas de interior, porque también existen los bambúes gigantes, de unos 25 metros de alto y 30 centímetros de diámetro.
El bambú tiene un origen asiático y permite cubrir jardines o parcelas de la vista en un tiempo récord. Solo hace falta sumergir el extremo inferior de un tallo en un recipiente con agua y no tardará en echar raíces y crecer a toda velocidad. Se trata de una planta que crece rápido en agua. Y si la tenemos en tierra, ya sea en algún huerto o maceta de interior, crecerá a mayor y mejor ritmo. Inclusive, dependiendo de la subespecie de la que se hable, puede crecer hasta 1 metro por día.
Además, maestros en jardinería afirman que estas plantas de interior no solo serán efectivas para la decoración del hogar, ya que se trata de una planta que ha desempeñado un papel importante en otros ámbitos como la medicina, el rubro textil, la elaboración de instrumentos musicales y la fabricación de hojas de papel.
En consecuencia, si estás buscando exhibir en el hogar una de las plantas de interior más hermosas, también deberás tener en cuenta que (dependiendo de la especie) el bambú puede necesitar hasta 3 años para que llegue a la altura deseada.