La salud estará condicionada, sin lugar a dudas, por los sentimientos y las emociones. En este caso abordaremos la depresión y tristeza, explicándote las principales diferencias para posteriormente pedir ayuda profesional, evitando así padecer males mayores. En primera instancia, de acuerdo a expertos, todas las personas se sienten tristes o decaídas de vez en cuando, pero estos sentimientos suelen desaparecer en poco tiempo, mientras que la depresión puede causar síntomas graves que afectan cómo se siente, piensa y coordinan actividades diarias.
Siguiendo a especialistas, los síntomas de la depresión pueden ser varios, entre los que se destacan: estado de ánimo irritable o bajo; dificultad para conciliar el sueño; cambio grande en el apetito; cansancio y falta de energía; dificultad para concentrarse; sentimientos de desesperanza o abandono; y pensamientos repetitivos de muerte o suicidio. Además, es importante saber que la depresión a se transmite de padres a hijos y esto puede deberse a los genes, comportamientos aprendidos en el hogar o a su entorno.
Dicho esto, será vital dejar establecida que la gran diferencia entre la tristeza y la depresión, en donde la primera pasa con el tiempo, mientras que la segunda es un estado constante que no permite reanudar las tareas diarias. Incluso, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo que incide en la salud, principalmente, de adultos mayores.
A su vez, es importante tener en cuenta que existen distintos tipos de depresión y que principalmente afecta al género femenino. En el caso de las madres que dan a luz a sus hijos existe la depresión posparto. Acá muchas mujeres se sienten deprimidas después de tener un bebé, pero la verdadera depresión posparto es más grave e incluye los síntomas de la depresión mayor.
Por último, es menester diferenciar la tristeza de la depresión ya que esta última puede ser causada por el consumo de drogas, el alcoholismo, problemas de salud como el cáncer, situaciones de estrés o el aislamiento social (incidiendo principalmente en ancianos).