PIENSA JOVEN

El miedo al vacío en el Siglo XXI

El creciente bombardeo de información hace que el espacio de reflexión interna sea cada vez más difícil de conseguir.

ESTILO DE VIDA

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Mar y montaña.

“Nos negamos los beneficios de la soledad porque vemos el tiempo como un recurso para explotar” – Sherry Turkle

¿Cuánto tiempo al día te tomas para estar contigo mismo? Sin celular o cualquier tipo de distractor externo… sólo tú con tus pensamientos y emociones. ¿Te da miedo darte este espacio de reflexión interna? Para perderlo es indispensable entender que la soledad, y los espacios vacíos, abren una puerta importante a un pensamiento crítico sobre nuestras ideas. 

Cuando pensamos en “soledad” lo vemos como algo negativo, sin embargo, Turkle en su libro La Capacidad de la Soledad Buena define a esta como “la capacidad de estar contenta y constructivamente solo”. Entonces, el no sobrecargarnos y dejar espacios de reflexión para nosotros mismos es más constructivo de lo que podría ser estar activos físicamente, pero entumecidos emocionalmente. 

La introspección en la época digital

La era en la que vivimos, bombardeados de información, ciertamente no facilita este proceso de introspección. Proceso que no debería ser desconocido por el ser humano ni mucho menos difícil. Pero lo es. Vivimos en una cultura de logro tras logro y entre más de estos tengas más valor tienes dentro de la sociedad; pensamientos como “necesito más material para mi CV para conseguir buen trabajo” o “necesito sacar 10 en todo” terminan en una lucha continua entre salud mental y logros académicos que no debería existir. 

El miedo al vacío en el siglo XXI justo se refleja de esta manera: estar trabajando todo el tiempo, y, cuando no estás trabajando, estás viendo redes sociales, y cuando no estás viendo redes sociales estás durmiendo y, probablemente, en el intermedio se puede encontrar algún tiempo de sociabilización. Todo esto se repite día tras día volviéndose un ciclo vicioso del cual no podemos salir porque no nos animamos a encontrar la salida.

La respuesta en el balance

El reto ahora es encontrar esa fina línea en la que nos tenemos que parar que se encuentra entre el miedo al vacío y el vacío. Uno de los pensadores más destacados de la historia, Aristóteles, dice que la virtud se encuentra en el punto medio. Entonces, ¿cómo logramos que esta cuerda que está siendo jalada constantemente por dos extremos opuestos se quede tensa en un mismo punto?... dándole la misma importancia a los dos lados. 

Es decir, tanto es importante ser productivo, sin caer en el exceso de positividad (Byung-Chul Han) que se refiere a la energía y el desgaste que utiliza la persona al “hacer”; como lo es tener momentos de soledad. En otras palabras, estar solo de forma constructiva e introspectiva. No hay que reducir nuestra capacidad como seres humanos a un simple animal laborador, como lo pone Hannah Arendt, que se enfoca en funcionar más que en el valor de su individualidad.

IL