El trastorno por Défict de atención e hiperactividad, conocido por sus siglas TDAH, es una condición que afecta a miles de niños y que puede extenderse hasta su vida adulta. Este trastorno desarrolla un comportamiento impulsivo, hiperactivo y falta de atención que afecta sus actividades diarias.
Aunque suele confundirse con un mal comportamiento, la realidad es que es una condición que los hace en extremo ruidosos, inquietos, impulsivos y distraídos.
Por lo regular, los síntomas se presentan antes de los 12 años, por lo que es importante estar alerta si tienen una conducta "inquieta" de forma regular, es decir, si no pueden quedarse callados, si rompen cosas, si son impacientes y no se comportan en ciertos lugares, si tienen un bajo rendimiento escolar, entre otras.
El TDHA puede tratarse, pero es importante ser pacientes y saber entender que la violencia o castigos severos no son la respuesta con un niño. Estos son los principales síntomas que te pueden poner en alerta para tratarlos con un especialista.
Síntomas de TDAH en niños
- Hiperactividad
Sabemos que un niño tiene mucha energía por naturaleza, pero si sufre del TDAH tiende a ser más inquieto de lo normal, se mueve mucho o no puede quedarse en un solo lugar y esperar. También suelen echarse a correr y subirse a cualquier superficie que alcance.
Suelen ser ruidosos, impacientes a niveles extremos, interrumpe las conversaciones o responde antes de que terminen de preguntarle algo. Es importante que identifiques las señales, ya que pueden confundirse con un niño mal portado.
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- Falta de atención
Este es uno de los síntomas más comunes, suelen distraerse con facilidad o no prestar atención a las cosas más sencillas o detalles de las cosas. Su rendimiento escolar es bajo, ya que descuida mucho los trabajos y tareas escolares. A veces ignora a los demás y parece no escuchar cuando le hablan o le preguntan algo.
Suele perder sus pertenencias con regularidad, olvidan las cosas o le desagradan las responsabilidades donde tiene que idear, organizar o resolver algo.
- Impulsividad
Suele hablar demasiado, no se comporta en situaciones no apropiadas. Suele ser entrometido o cambia de actividad constantemente, puede estar jugando y de pronto dejar botado todo para hacer a otra actividad.