VOLCÁN CHICHONAL, CHIAPAS
Ubicado al noroeste del estado, el volcán Chichonal (o “Chichón”) tiene una altura de mil 60 metros y su principal atractivo es el lago de tonos verdes que habita en su interior. Los pobladores señalan que entrar al cráter es una experiencia religiosa, pues aunque su tamaño no es prominente, su ascenso y descenso son un reto debido a la fina arena negra que hace resbalar hasta el más experto.
VOLCÁN IZTACCÍHUATL, PUEBLA
Con 5 mil 220 metros de altura, la compañera del Popocatépetl es el tercer punto más alto de México. Sus caminos de diferentes grados de dificultad lo han convertido en un destino popular entre los habitantes de la Ciudad de México. Los senderistas más experimentados pueden subir hasta el dorso de “La Mujer Dormida”, mientras que los principiantes suelen llegar hasta los pies.
CERRO DEL BERNAL, TAMAULIPAS
Se trata de un volcán extinto de hace más de 20 millones de años y que, hoy, se ha convertido en un emblema del estado de Tamaulipas. A diferencia de otros volcanes y montañas, el camino para alcanzar sus 820 metros de altura exige tanto senderismo como escalada. Su clima frío y húmedo han creado una zona de selva tropical en donde habitan gusanos, alacranes, arañas, entre otros animales.
VOLCÁN PARICUTÍN, MICHOACÁN
El volcán más joven del continente arrasó en los años 40 con la población de San Juan Parangaricutiro. Hoy, la montaña de 424 metros de altura, cubierta de arena negra, rocas de gran tamaño, respiradores de donde sale humo e, incluso, pequeños temazcales naturales que expiden ondas de calor, junto al pueblo petrificado –conocido como la “Pompeya Mexicana”– son ideales para practicar senderismo.
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CERRO NUBE FLAN, OAXACA
Con una altura superior a los 300 metros, el macizo, enclavado en el sur de Oaxaca, cuenta con enormes desniveles que dificultan la llegada a la cima. Rodeada de enormes pinos, flores amarillas y hojas secas, la senda es un espectáculo visual. Debido a su gran altitud, la neblina acompaña gran parte del trayecto, sin embargo, una vez en la parte más alta, el paisaje natural se revela tras las nubes.
PICO DE ORIZABA, VERACRUZ
Se encuentra ubicada entre los estados de Puebla y Veracruz, y con una altura de cinco mil 610 metros, es considerada la montaña más alta de México. Sus piedras sobrepuestas, el zacate natural y el hielo la hacen un reto incluso para el más experto. Sin embargo, la cima regala amaneceres espectaculares ante una vista digna del esfuerzo por conquistar la cumbre del país.
Por Alby García
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