Lupus es una enfermedad que se presenta cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca sus propios tejidos y órganos, es una enfermedad catalogada como autoinmune. La inflamación que causa el lupus puede afectar distintos sistemas y órganos del cuerpo, incluso las articulaciones, la piel, los riñones, las células sanguíneas, el cerebro, el corazón y los pulmones.
Aunque hay algunos síntomas que son muy notorios, esta enfermedad puede ser difícil de diagnosticar, porque sus signos generalmente son similares a los de otras enfermedades. El más distintivo del lupus es una erupción cutánea en el rostro que se asemeja a las alas abiertas de una mariposa en ambas mejillas. Aunque no se presenta en todos los casos, sólo en la mayoría.
Además de ser una enfermedad autoinmune, también es un padecimiento que tiene predisposición genética. Las personas pueden nacer con una tendencia a padecer lupus y se puede desencadenarse por infecciones, medicamentos o hasta la luz del sol.
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¿Cuáles son los síntomas del Lupus?
Aunque todos los casos de Lupus son diferentes, la mayoría de las personas presentan síntomas muy específicos, mismos que a veces pueden empeorar o mejorar. Entre los padecimientos más comunes se encuentran:
1.- Fatiga
2.- Fiebre
3.- Dolor articular, rigidez e hinchazón
4.- Una erupción en forma de mariposa en el rostro.
5.- Lesiones que aparecen en la piel o que empeoran con la exposición al sol
6.- Falta de aire
7.- Dolor en el pecho
8.- Dolor de cabeza, desorientación y pérdida de memoria
La inflamación causada por el lupus puede afectar diversas partes del cuerpo, como los riñones, el cerebro, el sistema nervioso central, la sangre, los vasos sanguíneos, los pulmones y el corazón.
¿Se puede curar?
En sentido estricto, el Lupus no se puede curar, pero existen diferentes medicamentos que sirven para su tratamiento. Entre ellos están los antiinflamatorios no esteroides como el naproxeno sódico y el ibuprofeno, los antipalúdicos como la hidroxicloroquina y los corticosteroides como la metilprednisolona. Otras opciones son los inmunosupresores, los biológicos como el belimumab y el rituximab.
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