PIENSA JOVEN

La era del overthinking: ¡Vive mejor sin pensar demasiado!

Si pretendemos salir del overthinking necesitamos previamente aprender a vivir en el presente. A pensar en el ahora, a aprovechar el ahora y a trabajar en el ahora

ESTILO DE VIDA

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Créditos: Foto: El Heraldo de México

¿Qué tan común es que te sientas perplejo por los pensamientos e ideas que tienes en tu cabeza? ¿Aquella perplejidad llega a provocarte un estado de parálisis o inacción que te suele poner en actual peligro? La psicología define al overthinking como la acción de pensar excesivamente de una forma perjudicial e inútil, el cual, es uno de los mayores problemas de estos últimos años.

Este es el caso de Luis, un joven que después de comer se encarga de los trastes. Cierto día, mientras lava los platos, se acuerda que está en temporada de exámenes y aún no había estudiado para la materia que más le costaba. Estaba preocupado por pasar y construía en su mente cientos de planes para salir adelante. Los planes, la preocupación y el lavar de trastes, hizo que rompiera un plato y se cortara la mano. Luis acabó con una mano cortada, los trastes mal lavados y sin ningún plan concreto. 

Generalmente cuando caemos en el síndrome del overthinking pasa justo como lo anterior: queremos abarcar todo para resolver todo y no abarcamos nada ni resolvemos nada. Existen dos factores que ocasionan el overthinking, principalmente: a) el constante desprecio del presente y b) la enorme carga de información con la que convivimos todos los días.

La mayoría de las personas nos encargamos de negar todo lo que forma parte del presente y derrochamos nuestro tiempo anhelando lo que no poseemos. Deseamos que regrese nuestro pasado o que ya sea el próximo año, porque en el hoy nos encontramos inmersos de muchas responsabilidades. Tenemos esperanza de que todo se resolverá en el futuro, pero si no nos encargamos del ahora, solamente será peor.

“Porque es en el Ahora donde encontramos nuestro verdadero Ser, apunta Eckhart Toole, autor del bestseller El poder del Ahora. Que está detrás de nuestras emociones cambiantes y nuestra mente parlanchina”. Mientras la mente no apunte a razonar para nuestro bien actual, ésta se vuelve detestable y provoca que todas las actividades que realicemos, las hagamos a medias. 

Si pretendemos salir del overthinking necesitamos previamente aprender a vivir en el presente. A pensar en el ahora, a aprovechar el ahora y a trabajar en el ahora. Si estamos lavando los trastes, dediquémonos totalmente a que el plato quede lo más limpio posible, y si estamos estudiando o trabajando, concentrémonos plenamente a ese rato de trabajo. A cada día le bastan sus propios problemas, y a cada instante una actividad en específica.

Como indica el segundo factor, las personas continuamente nos encargamos de procesar la información que obtenemos de las redes sociales, del internet, de los libros, del trabajo etc. y no tenemos claro que estamos bastante restringidos a conocerlo todo. Es más, nos vemos aún muy limitados si quisiéramos comprender en su totalidad un tema en específico aunque dedicáramos toda nuestra vida a ello.

La información que tenemos disponible es prácticamente infinita. No queramos salir del overthinking sin anteriormente establecer aquellos valores a los cuales le daremos importancia. Porque si en nuestra vida le damos mucha relevancia a cosas como que nos llegó el helado derretido del súper que pedimos en línea, somos presas fáciles para caer en el overthinking. 

Mark Manson, autor bestseller y bloguero, señala que “la clave para una buena vida no es que te importen muchas cosas; es que te importen menos, para que en realidad te importe lo que es verdadero y trascendente”. Es un obligación personal el que establezcamos lo que merece nuestra atención y lo que estamos dispuestos a luchar por conseguir cada día. 

Algunas cosas prácticas que podemos hacer entonces para enfrentar el overthinking son: a) evitar el multitasking y enforcarnos en una sola cosa completamente, no dejar tareas a la mitad y promover la atención plena. b) apreciar las pequeñas sorpresas que aparecen cada día. Tener una rutina planeada donde logremos adecuar nuestras actividades y podamos disfrutar de nuestro presente. c) definir con una amplia reflexión personal, los valores a los que queremos darles importancia. Asegurar que estos nos lleven a ser mejores personas y a trascender.

Para terminar, quiero citar una frase que me encontré de un poeta anónimo en las redes sociales: “A veces el peor lugar en el que puedes estar, es en tu propia cabeza”. El overthinking es un problema que puede perjudicar ampliamente tu vida, identifícalo y resuélvelo lo antes posible. 

mgm