En época de invierno llega el frío y con él la resequedad en la piel. El cuidado de los labios es importante para que no padezcas de molestias como zonas agrietadas. Para cuidar tus labios puedes utilizar un bálsamo labial, pero no necesariamente deberás correr a la farmacia o tienda para comprarlo, con esta receta podrás elaborar uno casero, te daremos el paso a paso para lograrlo.
La tendencia por crear nuestros propios productos de cuidado de la piel va en aumento, cada vez son más quienes deciden aventurarse y prueban diversas recetas caseras con ingredientes menos industrializados. Una de las ventajas de la elaboración en casa es que puede resultar más económico.
En está ocasión la receta que te dejaremos será de un bálsamo labial, con pocos ingredientes y que no resultan difíciles de conseguir, pues en ocasiones esto es un impedimento para realizar nuestros propios productos.
Ingredientes para elaborar 50 gramos de bálsamo:
- 20 gramos de aceite de almendras.
- 20 gramos de manteca de karité.
- 10 gramos de cera de abeja virgen.
- 10 gotas de aceite esencial del que tu prefieras (opcional).
- 15 gotas de vitamina E (opcional).
- Si eres vegana puedes utilizar una cera vegetal como cera de arroz o candelilla.
El aceite de almendras contiene vitaminas A, D y E, por lo que tiene propiedades suavizantes, de hecho hay quienes lo usan para proteger la piel muy seca y con grietas.
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En los bálsamos labiales se utilizan las ceras para dar mayor textura al producto, pero en el caso de la cera de abeja tiene propiedades protectoras al crear una capa sobre la piel que evita la deshidratación.
La manteca de karité aporta vitamina A y E, que tienen propiedades antioxidantes y regenerantes. Protege la piel de la deshidratación y es desinflamatoria.
Procedimiento:
Primero limpia y desinfecta todo lo que vayas a utilizar. Para comenzar deberás pesar el aceite de almendras y la cera de abeja, luego ponerlos a baño maría en un recipiente de cristal.
Mientras esperas a que se disuelva la cera de abeja pesa la manteca de karité. Cuando la cera esté lista apaga y agrega la manteca; deja que se deshaga con el calor.
Cuando se disuelva la manteca de karité, agrega la vitamina E y el aceite esencial. Envasa en los recipientes de tu preferencia, sin dejar que se enfríe la mezcla.