Mauricio Mancera, conocido por su participación en diversos programas de televisión, ha sido una figura relevante dentro del matutino Venga la alegría (VLA). Su presencia en los primeros años de este programa lo consolidó como un personaje de la farándula mexicana. Sin embargo, detrás de las cámaras y del brillo de la televisión, Mancera ha sido testigo de muchas dinámicas complicadas dentro del equipo de trabajo, algo que recientemente reveló en una entrevista para el podcast El papishou de Roberto Carlo.
En una charla relajada pero sincera, el conductor de Enamorándonos se abrió sobre su experiencia en Venga la alegría y, sin rodeos, mencionó a un excompañero con quien, según él, nunca hizo “clic”. La revelación ha sorprendido a muchos, ya que no es común que los famosos hablen tan abiertamente sobre las dificultades laborales con otros miembros del equipo. En esta ocasión, el señalado fue Efraín Barrera, quien fue parte del programa por varios años.
Efraín Barrera: ¿Por qué no había química entre ellos?
Mauricio Mancera no se anduvo con rodeos al hablar de su relación con Efraín Barrera. A pesar de que en general se ha mantenido en buenos términos con sus demás compañeros, Mancera destacó que con Barrera nunca hubo una conexión verdadera. “No hay alguien con quien diga ‘vuelvo a trabajar con esta persona’, pero sí hay personas con las que preferiría no trabajar”, explicó Mancera durante su intervención en el podcast.
El conductor fue muy claro al explicar que, aunque nunca lo supo a ciencia cierta, él sentía que la relación nunca iba a fluir con Barrera. En palabras de Mancera, su presencia en los camerinos le resultaba molesta: “Sergio y yo siempre compartíamos camerino, y cuando él llegaba, yo no podía con él ahí”. Esta simple pero contundente declaración dejó claro que la incomodidad era mutua, aunque Mancera no sabe si Barrera sentía lo mismo.
Mauricio Mancera no tolera a la gente que no defiende su postura
Para dar más contexto a su mala relación con Barrera, Mauricio Mancera recordó una anécdota en la que se evidenció la falta de coincidencia en las posturas de trabajo entre él y Efraín Barrera. Todo comenzó cuando se estrenó la película Rudo y cursi, protagonizada por Diego Luna y Gael García Bernal. Según Mancera, Barrera expresó una opinión negativa sobre la película, diciendo que le parecía “malísima” y que consideraba que la actuación de Diego Luna era de las peores que había hecho. Sin embargo, en una conversación posterior con Sergio Sepúlveda, Barrera cambió completamente su postura.
“Luego llega Sergio y dice ‘¿Ya vieron Rudo y cursi?’ y Efraín responde ‘Increíble película, qué bien lo hace Diego Luna’”, contó Mancera. Este cambio de opinión, según él, fue la gota que colmó el vaso. Mancera agregó que Barrera no tenía la firmeza para sostener sus opiniones, lo que le resultaba poco profesional. “Esas cosas, bye... toma una postura y sosténla, pero eso de huevos tibios no”, señaló sin tapujos.
A través de esta anécdota, Mancera dejó claro que valora las personas que mantienen una postura firme, sin importar si esa opinión es popular o no. A lo largo de su carrera, Mancera ha sido reconocido por su forma directa de expresarse, y esta vez no fue la excepción. Para él, el cambiar de parecer en cuestión de minutos, dependiendo de la situación, refleja una falta de autenticidad.
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