El uso de aire acondicionado es fundamental para mantener el confort en muchas regiones, especialmente durante los meses cálidos. Sin embargo, su funcionamiento constante puede elevar notablemente el consumo energético y, en consecuencia, incrementar las facturas de electricidad.
Para ello, es importante prestar atención a una función en particular que, aunque pueda resultar útil en ciertos momentos, puede causar un impacto considerable en la eficiencia energética del equipo. Se trata del “modo automático”, ubicado en el aire acondicionado, especialmente cuando no es utilizada de forma adecuada.
El “modo automático” en estos electrodomésticos permite al aparato ajustar automáticamente la temperatura y la velocidad del ventilador según las necesidades de la estancia. Esta función parece ideal para un enfriamiento eficiente, ya que ayuda a alcanzar rápidamente la temperatura establecida y luego la mantiene sin necesidad de ajustes constantes por parte del usuario.
Sin embargo, en muchos casos, esta opción no resulta ser la más eficiente en términos de consumo energético. Cuando el aire acondicionado se encuentra con esta opción activada, tiende a cambiar constantemente entre ciclos de encendido y apagado o entre diferentes velocidades del ventilador.
Este proceso continuo de ajuste requiere un esfuerzo adicional del compresor, que es la parte que más energía consume del sistema.
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