El cine mexicano logró consolidarse como uno de los más importantes en la historia de la cinematografía alrededor del mundo, pues contó con diversas figuras que lograron destacar y que hasta la fecha son recordadas por miles de personas, tal como sucedió con María Félix, Pedro Infante, Tin Tan, Sara García y Emilio “El indio” Fernández.
Sin embargo, existieron diversas figuras que también lograron destacar en los escenarios mexicanos a través de sus actuaciones tal como sucedió con el actor Carlos Riquelme Tovar, quien nació en la Ciudad de México el 13 de mayo de 1914, y que logró destacar en el gremio actoral en México, siendo nominado en los premios Ariel en tres ocasiones.
Sobre la carrera de Carlos Riquelme
El famoso actor fue hijo de Carlos Riquelme y de Dolores Tovar y Pérez, y estudió leyes y filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lugar donde tuvo la oportunidad de ingresar en el grupo Teatro Universidad fundado por Julio Bracho; en esta agrupación también estuvieron Carlos López Moctezuma, Isabela Corona y Tomás Perrín.
Fue hasta 1939 que logró debutar en el mundo del cine mexicano, de las cuales, sus participaciones más destacadas fueron en Mexicanos al grito de guerra (1943) como Francisco González Bocanegra, Flor Silvestre (1943) de Emilio Fernández, La rebelión de los fantasmas (1949), en donde trabajó al lado del actor Gilbert Roland, Una familia de tantas (1949) de Alejandro Galindo, La malquerida (1949) protagonizada por Dolores del Río, Pedro Armendáriz y Columba Domínguez.
Trabajó en el mundo del doblaje
También trabajó en destacadas y recordadas películas como Víctimas del pecado (1951), La red (1953), Reportaje (1953), El niño y la niebla (1953) de Roberto Gavaldón, El joven Juárez (1953), La rebelión de los colgados (1954), Ensayo de un crimen (1955), última cinta de la mítica belleza Miroslava Stern y dirigida por Luis Buñuel, y en La escondida (1956) con María Félix.
Cabe señalar que Riquelme también logró trabajar como actor de doblaje con uno de los personajes más icónicos de las caricaturas: La Pantera Rosa, en la película británica “El regreso de la pantera Rosa” en 1975.
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