Son muchas las dudas que todavía existen entorno a la muerte de Selena Quintanilla, pues aunque su asesina, Yolanda Saldívar, ha hablado del asesinato no queda claro porque tomó la decisión de acabar con la vida de una joven y talentosa mujer. Sin embargo, hay un anillo que muchos afirman podría ser clave en el asesinato, aunque existen dudas sobre qué pasó con la joya que la reina del Tex Mex apretó mientras moría.
La reciente producción que habla de la vida de la cantante en Netflix no tocó el tema del famoso anillo de 14 kilates, con 3 letras S en cada lado y con 52 diamantes sobre los que descansaba un huevo Fabergé en oro blanco. Pero otras series y la película si lo mencionan como un regalo que le hizo Saldívar a nombre de todos los trabajadores de sus boutiques.
Quintanilla tenía una gran afición por coleccionar huevos Fabergé, por esta razón le comentó en alguna ocasión a Yolanda que si veía una artesanía de este tipo se la compraba, pues los coleccionaba y entre la piezas que le faltaban estaba un anillo, el cual fue mandado a hacer con el diseñador Martín Gómez de la joyería Phillip Randolph.
¿Qué pasó con el anillo de Selena?
Según el documental "Murder Made Me Famous", de la cadena REELZ, esta joya, que se había convertido en una de las favoritas de la cantante, habría desempeñado un papel importante en el asesinato de la artista, pues se dice que fue en el momento en que ella se lo quitó como señal de rechazó a la amistad de Saldívar cuando su supuesta amiga le disparó.
De acuerdo con las declaraciones del paramédico Richard Fredrickson, retomadas por Univisión, la reina del Tex-Mex llevaba el anillo en su mano derecha mientras era atendida por los servicios de emergencia. Según narró bajo juramento, intentó "ponerle un suero (en el brazo izquierdo), pero no podía", entonces le tomó el brazo derecho, para buscar una vena cuando "le abrí la mano y el anillo cayó" al suelo de la ambulancia.
Pero aunque el anillo ha sido mencionado en diversas ocasiones, no se sabe qué pasó con la costosa joya, la cual se dice que tuvo un costo de 3 mil 600 dólares, poco más de 70 mil pesos actuales. En diversos medios, aseguran que fue su padre Abraham Quintanilla quien recibió la joya, y este decidió tirarlo al mar.
