Mario Moreno, mejor conocido como "Cantinflas" se consolidó como una de las estrellas más queridas del mundo del cine, esto debido especialmente a que se convirtió en un ícono de las risas y la felicidad gracias a su particular manera de actuar, lo que lo convirtió en un ícono de la comedia a nivel internacional.
Recordemos que Mario Moreno saltó a la fama durante la época del Cine de Oro en México, esto se quedó plasmado en cada una de sus películas, mismas donde le daba vida a personajes de la vida real, como zapateros, policías, carteros, entre otros, algunos de los oficios que él vivió realmente antes de llegar a la fama.
Cabe destacar que otro de los elementos que lo llevó a la cima fue su peculiar estilo de hablar durante las muchas filmaciones que realizó durante su carrera.
El gran corazón que tenía Mario Moreno
Mario fue considerado uno de los más grandes comediantes del mundo, además de que en él destacaba un impecable humor blanco que hacía llegar a las casas de miles de personas en México, pero también alrededor del mundo, ya que se tiene que recordar que también hizo la de "La vuelta al mundo en 80 días".
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Recordemos que Cantinflas nació un 12 de Agosto de 1911, el genio de la comedia y del "verbo" comenzaría su carrera en las calles de la inmensa Ciudad de México, sin embargo, poco después conquistaría al mundo entero con su chispa y simpatía, sobre todo por siempre ser un defensor de las causas justas en cada una de sus películas retrataba la desigualdad social de una manera cómica pero manteniendo una postura firme.
En este sentido, el actor se destacó por cientos de actos en beneficio de la sociedad, siempre demostrando su solidaridad, cuando contribuyó para la construcción de viviendas para poco más de 250 familias de bajos ingresos en la Ciudad de México, por lo que nunca olvidó sus orígenes humildes.
Su primer y único amor
Al inicio de la década de los 30, del siglo pasado, cuando comenzaba a ser reconocido como figura cómica del teatro, Mario Moreno, un actor de segunda, llegó al teatro Salón Valentina buscando una oportunidad en este tendajón de madera y lona ubicado en el barrio de Tacuba.
Este teatro era propiedad de Anita Ivanoff, una artista del teatro de revista de origen ruso que, junto con sus hijos Olga, Valentina y Tamara, habían emigrado a México para hacer carrera, y fue precisamente aquí donde Cantinflas encontraría al gran amor de su vida.
Cabe destacar que en aquellos años Cantinflas no era famoso y pasaba casi desapercibido entre los artistas de la carpa, sin embargo, esto no era así para Valentina, hermana intermedia de las Ivanova, quien desde el primer momento quedó fascinada por su simpatía.
Fue así que, poco a poco, con el trato diario, el famoso se fue enamorando de Valentina Ivanova Zuvareff, y ella de él, por lo que fe manera repentina formalizaron una relación de noviazgo y el 15 de diciembre de 1934 se casaron en una ceremonia sencilla, pero inolvidable, pues de acuerdo con diversos testigos, Mario Moreno quedó flechado y enamorado profundamente de la mujer que se convertiría en su primera y única esposa.
FAL