Vicente Fernández y Selena Quintanilla son dos de las figuras más importantes de la música en habla hispana. Las leyendas de ambos se han cimentado de tal manera que pocas personas que hablan español podrían decir que desconocen sus canciones.
Pese a que el "Charro de Huentitán" y la "Reina del Tex-Mex" provienen de países, géneros y estilos de vida diferentes, los dos compartieron una afición: los huevos decorativos.
Pese a que se encontraron en una ocasión para tomarse una fotografía, no hay registros de que hablaron de este pasatiempo, aunque dejaron constancia en este mundo de que les gustaba conseguir estos objetos.
La afición de Selena
En el caso de la intérprete de "Como la flor", comenzó a coleccionar huevos faberge, una serie de objetos que tienen una forma ovoide y suelen ser cubiertos con piedras brillantes y joyas. Estos artículos suelen tener precios muy altos, lo cual no impidió que Quintanilla juntara unos 500 de estos.
De acuerdo con Chris Pérez, viudo de Selena, le gustaba asociar estos coleccionables con la vida, debido a que consideraba que los blanquillos pueden representar el inicio de un ciclo, así como el nacimiento.
El primero de estos, asegura el guitarrista, lo consiguió en un viaje que hicieron en automóvil y desde entonces comenzó a comprar cualquiera que le gustara sin importar el lugar en el que estuviera.
El pasatiempo de Vicente Fernández
Una de las aficiones que ha acompañado al "Hijo del Pueblo" es pintar, arte que lleva a cabo sobre huevos decorativos. De acuerdo con el intérprete de "Acá entre nos", puede pasar horas haciendo cada uno de sus diseños.
Contrario a la colección de la Reina del Tex-Mex, ninguna de las piezas de "Chente" está cubierta con algo más que pintura. La mayor parte de éstas contiene temáticas ligadas a los caballos.
Nunca se ha preguntado públicamente al artista sobre estos dibujos; sin embargo, algunos de sus fans especulan que las figuras que se muestran en estos huevos corresponden a los caballos que tiene en su rancho "Los 3 Potrillos".
GDM