Las llamadas tiendas de conveniencia, farmacias, cafeterías, fast foods y pequeños comercios enfrentan con mayor medida el robo hormiga debido a la falta de control en la gestión de inventarios y a la cercanía entre los empleados y los productos de valor, indicó Luciano Palla, CEO y cofundador de la firma de equipo de videovigilancia Batech.
Y es que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2024 se reportaron ante autoridades poco más de mil incidentes, de los cuales 58 por ciento de los pequeños robos en los establecimientos fueron realizados por sus propios empleados.
“Hablamos de que seis de cada 10 negocios en la Ciudad de México han sido robados por sus propios colaboradores, algo muy grave y que podría disminuir gracias a la integración de un software de video vigilancia impulsado por Inteligencia Artificial”, comentó el directivo.
Para el sector retail, un estudio realizado por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), existen alrededor de 300 bandas dedicadas a este tipo de delitos, de las cuales 10 por ciento operan en la Ciudad de México y la Zona Conurbada.
El robo hormiga puede generar pérdidas en empresas hasta por 13 mil millones de pesos, indica un reporte del Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GSMI).
Este delito llega a mermar hasta 15 por ciento del inventario de una empresa y reduce hasta 30 por ciento los ingresos, incidencia que ha impactado a 28 por ciento de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en el país, señala GSMI.
Ante este problema, implementar un sistema de visión por computadora puede reducir este porcentaje, y es que de acuerdo con estimaciones de Batech, se podrían reducir los robos hormiga hasta un 30 por ciento ya que la información del personal estaría anclada a la base de datos del sistema, protegiendo a las empresas de prácticas maliciosas.
La incidencia delictiva sigue porque no se considera un delito grave por lo laxo de las sanciones, ya que la condena por robo hormiga en la capital del país considera un castigo de entre ocho meses y dos años de prisión.
“Gracias a los avances tecnológicos es posible que las Pymes no tengan que invertir gran capital para poder acceder a la tecnología ya que pueden aprovechar las cámaras con las que ya cuentan y adaptarlas para que arrojen datos que ayuden a la reducción de pérdidas tanto de efectivo como de especie”, señaló Luciano Palla, de Batech.
Por Enrique Torres
EEZ