La Misión Peregrine Uno (PM1) de Astrobotic se lanzó ayer con éxito sobre el cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance (ULA) desde Cabo Cañaveral en Florida, pero a las pocas horas empezó a perder energía por el problema de los paneles.
El módulo lunar Peregrine lleva instrumentos científicos de siete países, entre ellos los de la primera misión lunar mexicana conocida como Proyecto Colmena, con pequeños robots para estudiar la superficie lunar.
Son cinco los microrobots de menos de 60 gramos y 12 centímetros de diámetro cada uno, los cuales fueron desarrollados con tecnología mexicana en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otras instituciones educativas, un equipo liderado por Gustavo Medina Tanco, proyecto que estuvo apoyado por la Agencia Espacial Mexicana.
En el lanzamiento estuvo el subsecretario de Transporte, de la SICT, Rogelio Jiménez Pons y la presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera (Morena), que desde Cabo Cañaveral, Florida, como invitada de la NASA al lanzamiento a la Luna de la nave dijo en un video que publicó en sus redes sociales que el proyecto Colmena contó con la participación de 250 estudiantes mexicanos.
ANOMALÍA
Más tarde y de acuerdo con información que dio a conocer a través de la red social X la empresa aeroespacial Astrobotic, encargada de la nave, siete horas después del despegue, el centro de operaciones de la misión perdió el control debido a “una anomalía”, ya que la nave no ha podido ser orientada hacia el Sol para alimentarse de energía.
Gustavo Medina dijo en las redes sociales de la UNAM que la empresa informó que hubo un problema con un motor de la nave, “ahora están consumiendo energía de las baterías abordo y los técnicos están tratando de resolver el problema”, explicó.
EEZ