Este domingo las iglesias en México se unieron para celebrar una misa en memoria de Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, los dos jesuitas asesinados hace un año en la sierra Tarahumara de Chihuahua y todas las víctimas que sufren violencia en el país.
“Queremos orar juntos y encontrarnos, fortalecernos para seguir en la incansable tarea de construir la paz”, expresó el clero.
En la misa por la paz celebrada en la Basílica de Guadalupe y encabezada por el arzobispo Carlos Aguiar Retes, se presentaron temas encaminados a la reconciliación y el camino a la justicia por las personas que han sufrido algún tipo de violencia, “en este día escucharemos en la palabra de Dios un llamado a la reconciliación y cómo podemos hacer ese camino”, expresó el arzobispo.
Durante la misa, el mitrado dijo que, para promover la reconciliación, es necesario encaminarse al perdón, y recíprocamente para perdonar es necesario el amor, asimismo manifestó que se debe de distinguir entre el resentimiento y el perdón, “el resentimiento es generado por una injusticia, una infidelidad, una traición, o el dolor y sufrimiento del homicidio de un ser querido”.
Sostuvo que, con el camino al perdón, los ambientes laborales y sociales mejorarían en cuestión de las relaciones humanas, y como consecuencias las personas serían más eficaces y solidarias, “cuántos homicidios se evitarían, si a los delincuentes recluidos se les ofreciera un acompañamiento de desarrollo humano-espiritual, que los condujera a la recuperación de su propia dignidad”.
LSN