El boxeador mexicano Rafael Espinoza sabe que un triunfo ante el monarca Robeisy Ramírez le va a cambiar la vida, y por eso está dispuesto a llevar, hasta las últimas consecuencias, la pelea que tiene pactada este sábado en Pembroke Pines, Florida, que pone en juego la diadema pluma de la Organización Mundial de Boxeo.
Luego de 10 años en el profesionalismo, y de defender su récord invicto que mantiene en 21-0, el peleador de Guadalajara, por fin, tendrá su primera oportunidad mundialista y será ante el peligroso cubano.
Sigue leyendo:
Óscar Duarte se dice listo para enfrentar a Ryan García: "Esto era un sueño para mí"
Mikaela Mayer anuncia su próxima pelea de campeonato en Liverpool
Rafael ya tiene lista su estrategia
"Estoy feliz de que llegue el día, pues creo que llega en mi mejor momento, quiero demostrar de qué estoy hecho. El saber que llegaba la oportunidad me cambió la mentalidad y pues ya llevo más de dos meses trabajando muy fuerte, dándolo todo, en cada entrenamiento, para ser campeones", dijo en entrevista con El Heraldo de México.
Dispuesto a traerse a México la corona de la OMB, Rafael ya tiene a punto la estrategia que pretende utilizar para neutralizar los embates del campeón, pues después de meses de analizarlo - sobre todo en sus últimas peleas - asegura encuentra fallas que podrá explotar.
"Sé que muchos no me conocen, pero lo harán después de esta pelea"
Robeisy ya sabe lo que es la derrota, pues a pesar de sus laureles amateur, tras su deserción, fue superado en su primera pelea profesional, con una decisión dividida. Sin embargo, desde ese momento ha hilado 13 triunfos, de los cuales ocho han sido antes del límite.
"Espero a la mejor versión de Robeisy, el mejor campeón, tiene una gran responsabilidad porque vamos a su casa, con su gente. Sé que muchos no me conocen, pero lo harán después de esta pelea. Estoy listo para todo lo que viene", abundó el tricolor, quien confía en su poder de puños, que lo ayudó a despachar a 18 de 21 por la vía del nocaut.
Rafael descubrió el boxeo a los nueve años, pero confesó que no le gustó, pero al escuchar que su abuelo practicó el deporte, y caminaba con los guantes sobre los hombros, decidió darle una segunda oportunidad y desde los 15 años no se ha separado.
srgc